Aunque vivimos en un mundo en el que las grandes multinacionales se reparten la mayor parte de la tarta, en casi todos los sectores todavía existen compañías que llevan por bandera su carácter regional y que son auténticos líderes en sus comunidades de origen. En este reportaje vamos a analizar ejemplos de varios puntos de nuestra geografía (Madrid, Cataluña, País Vasco, Galicia, Aragón e Islas Canarias) y de distintos sectores (hostelería, distribución, alimentación y telecomunicaciones), mostrando que ser líder regional todavía es posible. Pero este logro no está al alcance de todos. A partir de la experiencia de estas empresas, podemos destacar algunas de las características de estos campeones regionales.
• Calidad y servicio, esenciales. Frente a grandes multinacionales, ante las que es prácticamente imposible competir en precio o costes, estas compañías apuestan por unos estándares de calidad por encima de la media. Esto incluye una oferta variada, innovación y, por supuesto, un servicio impecable.
• Más cerca, mejor. La cercanía ha contribuido a su implantación, bien sea porque el cliente prefiere el carácter y sabor de lo ya conocido y que asume como algo propio o, sencillamente, por la comodidad de su proximidad. En el lado más práctico, la limitación del negocio a un ámbito determinado permite simplificar estructuras logísticas y facilita una mayor mejor relación de la red de intermediarios e incluso de los propios clientes.
• Ser los primeros. Varias de estas compañías se caracterizan por haber sido pioneras, bien sea por ser las primeras en implantar su negocio en la región, introducir nuevos productos o tomar iniciativas novedosas, entre otras estrategias.
• Barreras de entrada. Estas empresas se han beneficiado en ocasiones de las dificultades para el acceso de actores externos, ya sea por características geográficas (insularidad), legales (mercados regulados y protegidos hasta hace relativamente poco tiempo) o económicas (inversión necesaria en infraestructura -locales, logística, etc.).
• Ligados a una tierra. Unido al anterior aspecto, se produce la situación inversa. Si entrar en la región es complicado para otras compañías, los mismos motivos hacen que también lo sea la salida para las empresas de las que estamos hablando.
Por David Ramos