Todo proyecto emprendedor exige ensayo, error y respuestas, sobre todo en sus primeras fases. Por eso, si te propones emprender, cuanto antes sepas si tu idea está bien enfocada, cuál es su market fit o qué funcionalidades son clave para tu público, antes la sacarás adelante, y con menos riesgo. De ahí que formatos tan ágiles como el Design Sprint –creado por Jake Knapp en el seno de Google– se hayan popularizado dentro y fuera del ecosistema startup. Empresas de la talla de Lego, Airbnb, Uber o Slack, confían en este proceso de diseño y lo aplican desde hace años a sus dinámicas de innovación.
Por primera vez en España
La metodología Design Sprint, que combina Design Thinking y metodologías ágiles, no es nueva. Sin embargo, dentro de nuestras fronteras sigue siendo la gran desconocida. Aunque se estudia y goza de aceptación en contextos teóricos y formativos, es poco habitual verla aplicada a entornos empresariales, y mucho menos a proyectos emprendedores. Hasta ahora.
Basándose en lo que Knapp proponía para Google, Eleven Lab ha empezado a aplicar los postulados del Design Sprint a nuevos proyectos desde su propia óptica. El ‘lab’ madrileño dilata el proceso original de Google, establecido en cinco días, hasta los 12 para hacerlo compatible con otras posibles obligaciones del emprendedor, y dedica más importancia a la inmersión en la idea, y a su conceptualización, fases esenciales para cosechar información de valor en los siguientes pasos.
“Queremos que cualquier emprendedor que tenga una idea, más o menos avanzada, pueda despejar dudas sobre ella sin tener que ralentizar su plan de lanzamiento”, apunta Carlos Garrido, Project Director & Lead Designer en Eleven Lab, que se ha inspirado en el exitoso estudio alemán AJ&Smart para concebir este nuevo formato de validación.
Una inversión que reduce el gasto en desarrollo
¿Qué consiguen los emprendedores con un formato tan ágil e innovador? En una palabra: respuestas. En un camino lleno de incertidumbre, despejar algunos interrogantes esenciales al arranque resulta fundamental para avanzar con seguridad y foco. El Design Sprint que propone Eleven Lab resuelve problemas vinculados a la idea que muchas veces no se han detectado, valida funcionalidades concretas a través del test de un prototipo, y ajusta el market fit del producto o servicio identificando su espacio dentro del mercado.
“Recibimos ideas todo el año y de cada candidatura aprendemos algo. A lo largo de los últimos meses nos dimos cuenta de que había proyectos que estaban en una fase más avanzada o en otro estadio, y que no requerían una validación intensa de 40 días, sino resolver un problema concreto, validar una funcionalidad o reenfocar una estrategia ya confirmada. Design Sprint Validation nace para cubrir este tipo de necesidades, muy comunes entre los emprendedores”, explica Olalla Castro, directora y COO del laboratorio.
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www.elevenlab.org