“Desde el principio del proyecto teníamos muy claro que era necesario diversificar, queríamos enfocarlo además de a la construcción a la industria. Caprisa en su día se centró más en la industria que en la construcción y yo no quería perder de vista ese camino. Pero caímos en la droga fácil de la construcción. Ése fue uno de los errores más graves que cometimos”, señala el presidente de GAM. En la actualidad, son ocho las nuevas unidades de negocio a las que se dirige la actividad diversificadora de GAM:
– Industria, con más de 2.000 máquinas y clientes tan dispares como Vueling, Carrefour o Arcelor Mittal
– Energía Eólica, con más de 200 molinos instalados y más de 400 transportados. Ésta es una de las áreas en las que me confiaban y sin embargo ha experimentado un freno importante por los cambios legislativos, tanto que en un año ha pasado de 12 millones de euros a 3,96, ¡un 67% menos!
– Vías Férreas, con más de 300 máquinas específicas y 150 clientes.
– Puertos, con 60 máquinas diferentes y más de 100 clientes.
– Energía móvil; con más de 1.300 puntos de energía y 1.800 clientes. Éste campo sí les está dando alegrías en forma de crecimiento espectacular, gracias fundamentalmente a los generadores portátiles de energía especialmente pensados para aperturas provisionales, sobrecargas en la red, eventos…
– Verde: 1.500 máquinas especializadas en el sector de la jardinería, agricultura y el mantenimiento de espacios verdes.
– Eventos: escenarios, gradas y grúas que les ha hecho estar presentes en conciertos como el Rock in Río o en eventos deportivos.
– Servigam: la división especializada en el alquiler a particulares y profesionales a través de una red de 20 tiendas propias y un acuerdo con Leroy Merlín para crear otros 20 puntos de la cadena.
Esta diversificación ya proporciona el 35% de la facturación, lo que unido a la internacionalización ha permitido reducir la dependencia hacia la construcción en España desde el 75% al 55 % actual.
Un enfoque internacional y especializado
Es un mercado que mueve nada menos que 70.000 millones de euros al año y creciendo, “porque es un sector anticíclico: el mercado del alquiler crece en tiempos de crisis para evitar endeudamientos y desinversiones”. Pero, además, como insisten desde la compañía, el mundo está viviendo un momento de inversión en infraestructuras muy importante y GAM quiere coger un buen pellizco del pastel. Por eso ha enfocado todos sus esfuerzos en situarse estratégicamente en los mercados geográficos que más necesidades tienen de su know how y en participar en áreas de negocio donde puede haber una gran demanda de maquinaria. Desde 2008, año en que alcanzó el récord de facturación, han experimentado un descenso importante en paralelo a la caída de la construcción y a la crisis bursátil. 2010, datos cerrados a septiembre, culmina este descenso con una caída de ventas, que se han situado en 181,30 millones de euros y que supone un descenso en los beneficios de un -24%. No obstante, las buenas perspectivas de los mercados exteriores hace encarar el futuro con optimismo.