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04 Jun, 2023

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“Es mejor la gente de la casa que los fichajes de los head hunters”

Esta empresa familiar lleva el nombre de Albacete hasta los últimos rincones del mundo. Todo ello sin salirse de los límites de su provincia donde ocupa 30.000 m2.

"Es mejor la gente de la casa que los fichajes de los head hunters"

Con una tradición que se remonta más allá de dos siglos y medio, Arcos Hermanos es el líder nacional de la cuchillería y una de las referencias del sector a nivel mundial. “Aunque como fábrica de cuchillería nació en 1785, ya mi antepasado Juan de Arcos hacía tijeras de notarios en 1745, algunas de cuyas muestras se conservan en los museos de la época”, explica Roberto Arcos, actual director gerente de una compañía, cuyos mandos comparte con sus hermanos Ana (responsable de Relaciones Institucionales) y Pedro (director financiero). Son la octava generación de esta empresa familiar.

De navajas a cuchillos

En la historia de Arcos hay varios hitos que marcan un antes y un después. El primero de ellos tuvo lugar en los años 60 del siglo XX, cuando se pasó de fabricar navajas a cuchillos: “Las navajas eran un producto que tenía muchísimo uso en la España de entonces donde se hacía mucha vida de campo, se usaban para casi todo, eran las cucharas de entonces”, señala Arcos.

Con el movimiento demográfico del campo a las ciudades surgen nuevas necesidades domésticas, “empieza a aparecer una mayor preocupación por la cubertería y por los cuchillos, tanto los de mesa como los de cocina. A ello se une que empiezan a proliferar empresas agroalimentarias con unas necesidades de cuchillos profesionales, y también surgen los mostradores de carne, con sus demandas particulares. Es entonces cuando pasamos de la navaja de toda la vida al cuchillo doméstico y profesional”, continúa. Este cambio lo realiza su padre, Gregorio Arcos quien, además, en 1975 inicia el proceso de internacionalización.

Aunque es cierto que esa es la época de la gran transformación de la empresa, también lo es que, como reivindica Roberto Arcos, “en cada generación hay que reinventar la empresa, reinterpretar un mercado que cambia continuamente”. Por eso, en su época se han centrado en la automatización y la robotización. “Hasta ese momento el proceso de fabricación en Arcos era muy manual, la calidad final dependía casi en exclusiva de la capacidad, la habilidad e incluso el humor de quien estaba fabricando. Con la automatización y la robotización, obtenemos un producto más competitivo y de más calidad, lo que nos ha permitido apostar fuerte por la internacionalización”, afirma.

Más allá de la innovación

Aunque Roberto Arcos resume la estrategia de la compañía en tres puntales, “el trabajo, la constancia y focalizar en el cliente, y en el servicio”, queremos ir un poco más allá y analizar con detalle cuáles son los pilares:

Una marca reconocida. “Insistimos mucho en el hecho de que el que compra un producto Arcos está comprando un artículo de calidad 100% Albacete. Somos una empresa manufacturera que damos mucho valor añadido. Compramos el acero laminado y, a partir de ahí, le damos todo el valor al producto”.

¿Por qué fabricar en España? “Es más caro y es cierto que sería mucho más fácil importar y poner aquí el sello del distribuidor, como hace mucha gente. Pero nosotros tenemos un know how, una plantilla estable y unos profesionales que tienen una calidad y que trabajan unos materiales 100% seguros”.

Uno de sus grandes caballosde batalla es la piratería asiática: “Ha hecho mucho daño al sector. Hace 50 años había unos 60 talleres de cuchillería en la zona y ahora se han quedado cuatro porque los distribuidores prefieren traer los artículos de Oriente Próximo. El problema es que en Europa no se exige que las hojas vayan marcadas con el nombre del fabricante, como hacen en Estados Unidos, y eso confunde al consumidor”.

Exportando a 80 países. El proceso de internacionalización se inició también en la generación anterior, en los años 60. “Al principio arrancamos con un grupo de fabricantes de cuchillos que íbamos de feria en feria.

Empezamos en la Feria de Ferretería de Alemania, donde empezamos a hacer contactos con distintos países. Firmábamos acuerdos de exclusividad con distribuidores y, poco a poco, hemos ido creando nuestra propia red comercial e incluso, en el caso de Francia, conseguimos nuestra propia delegación”.

En la actualidad Arcos Hermanos exportan a 80 países y tienen la marca registrada en 60. En algunos, como Israel, son tan conocidos que les llegan a copiar la marca. Hoy el 50 % de la facturación procede del mercado internacional.

“Cada país es un mundo. En cada mercado hay diferencias y gustos. Incluso las encontramos en España entre los cuchillos de carnicería de, por ejemplo, Madrid y Cataluña. Fuera todavía más. El mercado francés, por ejemplo, es muy difícil porque tiene una amplia tradición de cuchillería. En Israel, en cambio, somos la primera marca de cuchillos y, a pesar de ser un país pequeño, tenemos cifras de venta interesantes. Estamos allí desde hace 30 años. Y la entrada en Estados Unidos es muy difícil porque hay muchísima oferta, pero aún así tenemos buenas cifras… En Extremo Oriente, estamos también en Dubái. Puede que uno de los mercados más difíciles para nosotros sea el marroquí porque necesitas un distribuidor que esté muy bien implantado allí”, comenta Arcos.

Con mucho foco en el servicio y en el equipo. “Tratamos de satisfacer a los clientes y eso sólo puede hacerse si eres claro, honrado y transparente con ellos. Que nunca se sienta engañado. Así te dará su confianza”, explica Roberto Arcos: “Tenemos un contacto muy estrecho con los proveedores, los comerciales y los clientes, lo que nos permite identificar y seguir constantemente las tendencias y las necesidades de los clientes”.
Por eso insisten mucho en el servicio postventa y en el trabajo impecable de un equipo “joven, dinámico, cargado de ideas… Y es que lo mejor de Arcos no son los cuchillos sino la gente que trabaja allí. Cuando tienes buena gente es muy fácil gestionarla, lo único que tienes que hacer es evitar que choquen entre ellos porque tienen tanto entusiasmo y tanta energía que pueden provocar un cataclismo. Debes dejar las vías expeditas para que saquen todo su potencial. Me siento como un jefe de estación que tiene que dar paso a los trenes para que no choquen entre ellos”.

Y a la hora de seleccionar ese talento, “buscamos que crezcan en la empresa. La experiencia nos demuestra que nos da mejor resultado la gente que se ha formado dentro que los grandes directores seleccionados por los head hunters”.

Carácter familiar y gestión mixta

Arcos es una empresa mayoritariamente familiar, si bien a día de hoy conservan el 51% de accionariado, el resto está en manos de una empresa alemana desde 1993. Aunque todavía falta tiempo, ya empiezan a pensar en el relevo. Para el director gerente, “los cambios generacionales hay que prepararlos bien, hay que desterrar los protagonismos y personalismos y trabajar para el servicio a la empresa. La siguiente generación va a ir incorporándose en distintos puestos de trabajo para que vayan conociendo las distintas áreas, además tendrán una formación académica. Luego irán escalando de acuerdo a sus valores y a su capacidad. De todas formas, es necesario que la empresa familiar se profesionalice: la gestión debe ser mixta, es bueno que haya miembros de la familia en la dirección porque son los que salvaguardan los valores, pero debe haber buenos técnicos externos que ocupen cargos directivos”.

Los próximos retos, “seguir con la internacionalización tratando de entrar en nuevos países y consolidando los que ya tenemos. El mundo es muy grande y entrar en un país es un trabajo muy a largo plazo, se trata de invertir hoy para recoger dentro de 10 años”, afirma. Todo ello in olvidar el mercado interior donde hoy por hoy son los número 1 de la cuchillería.

El I+D de la cocina

Esta empresa familiar albaceteña tiene un departamento de I+D propio y mantiene un contacto muy próximo con los proveedores, los comerciales y los clientes. Esta estrategia ayuda a la empresa a identificar las tendencias y necesidades del mercado de forma temprana. Además, trabajan con la última tecnología de fabricación y la actualizan constantemente, lo que les permite hacer realidad su lema Pasión por la precisión con los más altos estándares de calidad. Una preocupación que en los últimos años se ha traducido en importantes logros. Entre ellos cabe destacar:

Aditivo para los mangos. El último gran avance que han desarrollado es un aditivo que incorporan a los mangos para evitar la proliferación de bacterias: “Se trata de hacer el cuchillo mejor, más resistente a las bacterias, a los lavavajillas, trabajamos continuamente con nuevos productos y nuevos materiales”. Aceros más resistentes. “Utilizamos aceros que llevan hidrógenos que les dan una resistencia mayor sin ser contaminante”, afirma el director gerente de Arcos Hermanos. Se trata del nuevo acero exclusivo NITRUM®.

Menos huella de carbono. “Trabajamos con la Universidad de Barcelona y la de Santiago de Compostela para bajar la huella de carbono”, señala.

Productos reciclados. La innovación también les permite alinearse con su preocupación medioambiental, lo que les ha llevado a sacar un mango con material reciclado.

El ‘boom’ de lo gastronómico, un gancho para su marketing

Si hay una tendencia que les ha beneficiado en los últimos tiempos es la moda de los programas y concursos gastronómicos, “la afición a la cocina está creando nuevas demandas y nuevos mercados, que antes eran impensables”, señala Arcos. Para reforzar esta presencia han apostado por el marketing protagonizado por personajes de la zona tan mediáticos como el albaceteño Andrés Iniesta, “porque encarna los valores fundamentales de la compañía: calidad y precisión. Un producto de calidad que no decepciona”, insiste. Al futbolista se une el tres estrellas Michelín, David Muñoz, propietario del restaurante DiverXO. Con tan emblemáticos embajadores, Arcos lleva a cabo la campaña Cocinando contigo, que busca fomentar la cocina amateur y profesional. Para el laureado cocinero, el proyecto de unirse con la marca de cuchillos que lo acompaña desde la escuela de cocina no puede ser más apasionante y no dudó en mostrar su entusiasmo con una de sus frases: “Vamos a hacer rock & roll para que llegue a las cocinas de las casas”.