Cuando Betlen AG adquirió el 100% de ASM, las ventas del grupo no eran para nada despreciables (35 millones de euros); sin embargo, las pérdidas eran abrumadoras (casi cinco millones). Estaba claro que había un problema de gestión y de costes desorbitados. De ahí que el principal foco de los nuevos propietarios se dirigiese precisamente a la optimización de los gastos y a la modernización de infraestructuras e instalaciones. Una estrategia que ha permitido incrementar el número de envíos de los siete millones que movían en 2009 a los 11,18 millones con los que han cerrado el 2012. Con la fórmula de las adquisiciones y la colaboración empresarial también han conseguido aumentar su presencia en todo el territorio nacional desde las 190 con las que contaban en 2008 hasta las 350 con las que esperan cerrar el presente ejercicio. La única cifra que sí ha disminuido desde la compra es la de la plantilla, que ha ido en constante retroceso desde los 300 empleados directos de 2009 hasta los 250 de este año, donde por primera vez se ha vivido un ligero repunte.
Los partners logísticos en el e-commerce
La constatación de que la especialización en comercio electrónico era un nicho todavía por explotar en España fue uno de los principales argumentos esgrimidos por el grupo helvético para entrar en el sector de la mensajería urgente. “Es nuestra gran apuesta de futuro, tanto en venta masiva, donde ya contamos con algunos de los clientes más importantes del comercio online, como Groupalia, Groupon, MeQuedoUno o el Corte Inglés on line y teletienda, como para las pymes. Y lo que sí tenemos claro es que es el e-commerce está todavía en fase de crecimiento en España”. Tan incipiente es que incluso Doncel reivindica la necesidad de identificar correctamente el concepto para diferenciarlo de la tradicional entrega vinculada a las ventas por catálogo. “Cuando antiguamente comprábamos por este sistema, dábamos por bueno que, aún estando en casa, nos dejasen una nota de aviso para que acudiésemos a recogerlo a la central. Las empresas privadas están ahora poniendo el foco precisamente en la efectividad en la entrega, que en nuestro caso llega a tres de cada cuatro entregas”.
Pero hay también particularidades que hacen de este tipo de servicio un modelo de negocio específico: “La mensajería vinculada al e-commerce es, en su mayoría, una entrega domiciliaria con un peso medio de envío que no supera los 5,5 kg y que tiene una cadena de suministro distinta. Nosotros vamos a los proveedores, llevamos la mercancía a nuestras instalaciones, hacemos el packaging, si lo desean, con el logotipo de la empresa y lo entregamos en el domicilio. Además, en muchos casos, gestionamos los pagos y, por supuesto, la devolución, lo que requiere sistemas de logística inversa, donde somos líderes”, explica Luis Doncel.
Una alternativa a la franquicia
ASM tiene 315 agencias colaboradoras y 12 plataformas propias situadas en las principales ciudades. El 50% de la facturación lo mueve la empresa matriz y el 50% restante las colaboradoras. Esta fórmula de colaboración empresarial es una de las claves más novedosas de ASM: “Son 315 empresarios locales que han decidido apostar por nosotros a través de un contrato de colaboración. Es un modelo de acceso libre, en el que el emprendedor no tiene que pagar royalties ni canon de entrada y donde además no está obligado a suscribir ningún tipo de exclusividad. Nosotros les damos el servicio nacional e internacional y ellos nos dan a nosotros el servicio local, de esta manera conseguimos una capilaridad mucho mayor. Ganamos presencia a un coste mucho menor”, explica Doncel. Traducido en números, significa que a las 100 líneas de larga distancia unen 1.500 rutas de distribución para recoger y entregar mercancía de hasta 40 kg. Con esta fórmula, a los 245 empleados directos, propios de ASM, se suman los indirectos, los de las agencias, hasta alcanzar un total de 1.500 personas, lo que les permite alcanzar un modelo de eficiencia en los costes de distribución y un mayor nivel de personalización del servicio de recogidas, resolución de incidencias y gestión de la información. Una alternativa que convierte a las propias agencias en clientes y agentes de la central.