Advertisement
06 Jun, 2023

Emprendedores Logo

×

Vas a un concurso de televisión, pagas tus deudas y montas el negocio que realmente quieres

Estos son los orígenes de la plataforma que convierte tu armario en una tienda online.

Vas a un concurso de televisión, pagas tus deudas y montas el negocio que realmente quieres

La historia de Laura Muñoz y Nono Ruiz, cofundadores de Chicfy, es cuanto menos curiosa. Esta pareja de Granada lleva emprendiendo desde hace 10 años, cuando tenían 22 años, pero no ha sido hasta hace poco más de dos años que han podido sonreír. Los 8 años anteriores han sido para olvidar, aunque, tal vez, la experiencia que han acumulado en fracasos le has servido para gestionar de forma eficiente su exitosa Chicfy, una plataforma en la que más de 200.000 chicas venden ya 2,3 millones de prendas.

“Laura y yo habíamos trabajado en retail pero queríamos emprender. Primero, pensamos abrir una tienda física de venta de zapatillas en Granada. Al final, por problemas con los potenciales proveedores de producto, no pudimos. Habíamos gastado dinero en el local y decidimos poner un bar, sin tener experiencia ni para tirar cañas. Pedimos un préstamo y rehipotecamos la casa de mi madre. Cuando abrimos el bar ya nos habíamos gastado el dinero que habíamos pedido. Abrimos sin caja. Al cabo de un año, lo dejamos. Teníamos una deuda de 80.000 euros. Nos buscamos sendos trabajos e intenté poner en marcha varias cosas, que no salieron, y me endeudé más.

Vi un concurso de televisión –Atrapa un millón, de Carlos Sobera– y me presenté para intentar saldar la deuda. Ganamos el tercer mejor premio del programa: 185.000 euros. Pagamos la deuda que teníamos y con el resto (40.000 euros) volví a emprender. Me fundí el dinero con otros proyectos y los últimos 3.000 euros los invertí en crear el mayor mercadillo de moda para chicas. Y por experiencias pasadas decidimos gastar menos que un mechero”, relata Ruiz.

Cuando pensaron en montar Chicfy tuvieron que solventar un problema inicial de concepto: “Todos los negocios son complicados. Y en el nuestro, la complejidad está en que necesitamos oferta y demanda, prácticamente, en las mismas proporciones. Si generábamos demanda, pero no teníamos oferta, entonces la gente no podría comprar nada y no volvería a nuestra plataforma. Y si generábamos mucha oferta, pero no teníamos demanda, las vendedoras que se aburrirían porque su esfuerzo no estaría recompensado y dejarían de subir prendas”, confiesa Ruiz.

Para solventar este problema, y con la estrategia de gastar poco y conseguir lo máximo posible, “en Chicfy siempre aplicamos la filosofía de ‘dosis mínimas’, que es la cantidad más pequeña de cosas que tengo que hacer para obtener el resultado que quiero conseguir, gastando lo mínimo posible y consumiendo los mínimos recursos posibles. Así, calculamos qué cantidad mínima de vendedoras necesitábamos para que Chicfy creciera de forma acelerada desde el primer día. El reto que nos marcamos fue identificar qué tipo de vendedora y de productos necesitábamos tener cuando arrancáramos la plataforma para que la demanda que viniese sintiese también la necesidad de generar oferta. Es decir, tengo que generar oferta, pero también tengo que provocar en la demanda que viene que también quiera generar oferta”.

Con esta filosofía, cuando abrieron la plataforma el 18 de febrero de 2013 tenían a 10 usuarias vendedoras, “muy bien seleccionadas, porque eran las bloggers de moda más influyentes de España y 350 prendas a la venta. Y cuando terminamos ese primer día, ya teníamos unas 2.000 prendas a la venta y unas 1.000 nuevas vendedoras. El primer día recibimos 16.000 visitas, tuvimos unos 70 pedidos y con una estrategia de marketing a coste cero. Nuestro reto había sido cómo somos capaces de generar o crecer de forma acelerada gastando lo mínimo: seleccionando muy bien. Invertimos un mes de trabajo en contactar y convencer a esas 10 primeras vendedoras. Poco a poco, empezamos a crecer”. A día de hoy, cuentan ya con algo más de 200.000 vendedoras y 2,3 millones de prendas.

En septiembre de 2013, plantearon una pequeña ronda de 60.000 euros para contratar al primer empleado. “Dejamos Granada y nos vinimos a Málaga, donde contratamos a ese primer empleado. En enero de 2014, ya éramos 5 personas. En agosto de 2014, 11. En 2015, empezamos con una campaña en televisión, que hemos sufragado nosotros mismos, no ha sido por media for equity. Y hemos pasado por dos rondas más, de 300.000 y 600.000 euros. Pero siempre mantenemos la misma filosofía: gastar lo mínimo para conseguir lo máximo. Y entre nuestros planes más inmediatos, seguir enfocados en España, porque hay mucho recorrido, aunque no olvidamos la internacionalización. Y también optimizar todo lo que tenemos para que las vendedoras puedan vender de forma más rápida y más divertida”.