Optimismo por norma
“Hay que ser muy optimistas y tener paciencia laboral con los proyectos porque acaban llegando. Las prisas no conducen a nada bueno. Y para apoyar ese optimismo, tenemos algunas normas, frases que no se pueden decir como ‘Estoy en ello’ o ‘Hay un problema’, por ejemplo. No admitimos expresiones que impliquen desidia, inconcreción o negatividad”.
Curar el alma
“Lo más difícil es saber qué sacamos en cada momento porque vamos a la supremacía del diseño, al más impactante y creativo. Es una cuestión de sensaciones y de que la persona se sienta bien. Por eso cuando se plantea un diseño, si vemos que el que se lo vaya a poner no se siente a gusto con ella, no se saca. Incluso en las tiendas, cuando el cliente pide consejo, si la pieza no se ajusta a él, si no le cura el alma, no se le anima a comprar. Nuestro equipo son un poco como los doctores del alma”.
Cuestión de sensibilidad
“Yo no tengo talento,pero estoy rodeado de él y mi obligación como gestor es saber canalizar toda esa sensibilidad y creatividad hacia objetivos empresarialmente sostenibles. Muchas veces los diseñadores no entienden que les rechace un diseño que implique seis horas de elaboración, pero es que no es rentable. Les cuesta mucho entender que su trabajo afecta a los demás y a base de empatía intentas transmitírselo”.
Mensajes con historia
“Todos los diseños de Uno de 50 esconden un mensaje, quieren transmitir una idea. Eso forma parte del universo de Concha”.
UN CRECIMIENTO VERTIGINOSO
Desde Uno de 50 se muestran reacios a ofrecer cualquier tipo de cifras por política interna de la empresa. Por ello hemos recurrido al Registro Mercantil para ofrecer a nuestros lectores los datos de facturación que en 2007 alcanzaron los 14,7 millones de euros. La compañía sí que ha facilitado el porcentaje de incremento de 2008, que fue del 15%, basado en el crecimiento del canal de distribución nacional y coincidiendo con la apertura a nuevos mercados internacionales. Para 2009, y pese a la crisis, esperan mantener el ritmo del año pasado.
En cuanto a plantilla, ha tenido un incremento constante del 30% desde 2006. En la actualidad cuentan con 270 empleados fijos, 90 de los cuales están en la central y el resto en las tiendas. Desde 2004 en que se produjo la apertura de la primera tienda la expansión ha sido fulgurante.
CREANDO TENDENCIA
Uno de 50 es una de las cinco marcas más copiadas de Europa. “Nos ha hecho mucho daño por los problemas de falsificación a los que nos enfrentamos y que nos obliga a estar en estrecho contacto con la policía judicial, pero, por otro lado, demuestra la importancia que tenemos en el mundo del diseño y es un indicador de que algo bueno estamos haciendo”, señala Luceño.
En busca del factor sorpresa
De hecho, una de sus máximas es que en Uno de 50 no se sigue la moda sino que se crea tendencia. “Aunque pueda parecer una paradoja, evitamos acudir a las ferias para no contagiarnos de las ideas de otros. Buscamos innovar y apostar por diseños y formas de manera innovadora, creativa y original. Nuestros diseñadores, un equipo de 16 personas comandados por Concha del Río, salen periódicamente del taller para recorrer los más recónditos lugares buscando modelos e ideas nuevos, para conseguir alcanzar el efecto sorpresa que perseguimos en nuestras creaciones”, insiste Luceño. Todo ello para satisfacer a un público objetivo que se caracteriza por su carácter rompedor, atrevido y aspiracional.
La aleación secreta
Uno de los secretos mejor guardados de Uno de 50 es la mezcla de metales que utilizan en sus piezas: “Tuvimos que indagar con muchas composiciones hasta encontrar la fórmula que nos permitiese la moldeabilidad y la resistencia que buscamos en nuestras piezas. Éste es nuestro gran secreto”.