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03 Jun, 2023

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También las cooperativas pueden ser líderes mundiales

El grupo agroalimentario Dcoop lidera el ranking mundial de productores de aceite de oliva y de aceitunas de mesa. Y lo ha conseguido sin salir de Andalucía y sin perder su carácter cooperativista. 

También las cooperativas pueden ser líderes mundiales

Probablemente no lo sepas, pero con toda seguridad una buena parte del aceite de oliva que se consume ahora mismo en Berlín, Roma, Madrid, Pekín y Nueva York proceda de sus almazaras. Y, aunque esté embotellado con otro nombre comercial, si miras el origen en la etiqueta podrás encontrar su denominación en muchas de ellas. Y es que a día de hoy son los mayores productores mundiales, con 225.000 toneladas. Lo más llamativo, sin embargo, es que si decimos que estamos hablando de Dcoop muchos de los lectores se quedarán en ascuas, pero si aclaramos que este nombre corresponde a la antigua Hojiblanca, seguro que entonces les sonará más. Pero ¿cómo han llegado hasta aquí?

Mejor cuanto más grande

En 1987 varias cooperativas del norte de Málaga que tenían los mismos clientes decidieron unirse para vender juntos. Así crearon la cooperativa de Oleícola Hojiblanca. “El nombre Hojiblanca, de hecho, hacía referencia a la comarca geográfica y a un tipo de aceituna que se cultiva allí. Aquellos agricultores tuvieron la visión de que el futuro del mercado pasaba por integrarse en una organización más grande”, recuerda Antonio Luque,director general de la compañía.

La antigua Hojiblanca, hoy Dcoop, nació con 1.650.000 euros de capital social, la presencia de 13 cooperativas y una producción de 12-14 millones de kilos de aceite. En el 2003 se fusionó con otra cooperativa de segundo grado Cordoliva, que agrupaba a una veintena de cooperativas de Córdoba. “Con esta fusión nace Hojiblanca que reúne a la primera y segunda cooperativa en producción aceitera de España y del mundo con una producción media del entorno de las 150 millones”. A partir de ahí fueron uniéndose más cooperativas, ampliando zonas geográficas y áreas de actuación (aceitunas, carne, vino…) hasta llegar al conglomerado actual que agrupa a 75.000 ganaderos y agricultores, factura más de 775 millones de euros y está presente en casi un centenar de países.

Cuatro claves para ser líder mundial

Mentalidad colectiva supralocal.Para Luque, la principal razón del éxito hay que buscarla en el componente humano: “Ha habido muchas personas (presidentes y gerentes de cooperativas) que han entendido que es más rentable estar unidos. Algo muy gravoso para los cooperativas es que, normalmente, los localismos impiden que las empresas de este tipo se dimensionen a nivel internacional e incluso nacional. Y, en este sentido, hemos sabido superar esos frenos”.

Sin miedo a ampliar referencias.La diversificación empezó en 2005 con la fusión con una cooperativa de aceitunas. “Cuando entramos producían 20 millones de kilos, hoy ya son 70 millones”, señala Luque. En gran medida, esta diversificación surgió por la propia necesidad de los socios cooperativas. “Nuestros socios eran todos olivareros y la mayoría también tenían producción de aceituna de mesa que comercializaban en otra cooperativa, así que en un momento dado se plantearon ¿por qué no fusionar las dos cooperativas en las que participaban y así ganar presencia en mercados y en producción? Y así fue como nos unimos con Acorsa. Lo mismo ocurrió con el sector ganadero. Y así fueron surgiendo las diferentes opciones, como los cereales y el vino. Hoy llevamos un portafolio de productos muy variado que llega a todo el mundo (ver recuadro) y, además, facilitamos a los socios losinputsque necesitan, en forma de pienso, medicamentos, maquinarias, etcétera. Nuestros objetivo es que los socios ganen el dinero suficiente para vivir de sus productos”, añade Luque.

Con un alto componente internacional.“La internacionalización en aceite de oliva la afrontamos prácticamente desde el principio, porque veíamos que había países que compraban mucho a granel. Empezamos a exportar en Italia vendiendo a granel a grandes envasadores. Y con esta fórmula fuimos entrando en otros países”. Pero a partir de un momento determinado, empezamos a embotellar. El espaldarazo internacional se produjo cuando nos fusionamos con Acorsa. Ellos ya estaban fuertemente internacionalizados, así que aprovechamos sus canales para introducir el aceite embotellado. A día de hoy exportan el 54% del aceite, el 95% de la aceituna de mesa y el 90% del vino a más de un centenar de países. Tienen oficina en Nueva York y Pekín.

Su gran cruz: la innovación y el marketing.“Siempre hemos tenido presente la innovación. Tenemos un equipo técnico que ha mejorado enormemente la calidad, pero en el sector agroalimentario y en el mundo cooperativista queda mucho por avanzar. Al agricultor y al ganadero le cuesta menos trabajo invertir en una finca o en una nave que en I+D+i, y ya no digamos en marketing, no entienden eso de invertir en una campaña. Nosotros hemos hecho campañas potentes con Arguiñano, Banderas, David Bisbal, y gestionar eso ha sido fundamental”, señala.

Para el futuro, “estamos diversificando mucho y cada una de las secciones tiene su plan de trabajo, pero nuestro objetivo es ser una empresa suficientemente fuerte para tener capacidad de negociación con la distribución”. Dado el tamaño que están alcanzando, esa meta parece cada vez más cerca.

Dirigir con espíritu cooperativista

Antonio Luque lleva en la dirección general desde sus orígenes y sabe muy bien cómo llevar los mandos de una cooperativa de segundo grado (formada por empresas u otras cooperativas). Tanto es así, que ha sido objeto de estudio por la Universidad de Jaén para comprobar hasta qué punto se aplican los principios cooperativos en un conglomerado de las dimensiones alcanzadas por el grupo. Las conclusiones no pueden ser más positivas: los principios se mantienen intactos.

“A la hora de dirigir tienes que entender muy bien cuál es el modelo de empresa en el que estás. En una empresa familiar debes tener la habilidad y la mano izquierda necesaria para tratar con los miembros de la familia. En las cotizadas, cobra mucha importancia la relación con el accionariado. En el mundo cooperativo, el director general ha de conocer muy bien las inquietudes de sus socios y generar todos los días mucha confianza en su base social. Para ello es muy importante la transparencia y la comunicación.

Un completo grupo agroalimentario

Los principales productos de este grupo alimentario son:

Aceite de oliva virgen. Es líder mundial de producción con 225.000 toneladas de producción. Esta área la integran unas 110 cooperativas, 50 millones de árboles y 400.000 hectáreas de olivar. El objetivo, “alcanzar los 350/450 millones de kilos (350.000/450.000 toneladas) de aceite a granel y los 200 millones de litros envasados de aquí a cinco años”. Esta área factura casi 550 millones de euros.

Vino.En 2014 se fusionó con Baco, lo que ha dado lugar a una de las cooperativas vitivinícolas más grandes de España con 13 cooperativas asociadas y producciones cercanas a las 210.000 toneladas de vino. Fundamentalmente, de La Mancha. También tiene un alto carácter exportador, con el 90% de la producción enviado al exterior. Factura más de 16 millones de euros.

Aceitunas de mesa.Cuentan con 23 cooperativas asociadas con un cupo de producción de 70.000 toneladas. Exporta el 95% de la producción y factura casi 98 millones de euros.

Ganadería.Actualmente tiene 12 cooperativas que se dedican a la comercialización de ganado, venta de leche, suministros fitosanitarios y compra de materia prima para la fabricación de piensos. Cuentan con 200.000 cerdos. Factura casi 46 millones de euros.

Otros sectores…

La estrategia de diversificación ha llevado a Dcoop a ampliar su portafoiio con nuevas cooperativas.

Cereales.Esta sección es más joven del grupo, está casi recién creada y la integran una decena de cooperativas que comercializan conjuntamente cultivos herbáceos. En 2014 produjeron un total de 100.000 toneladas anuales. Facturaron casi tres millones de euros.

Servicios y suministro. Además de las cooperativas productivas, cuentan también con más de un centenar de cooperativas asociadas que suministran servicios a los agricultores: fitosanitarios, abonos, asesoramiento, reparación, carburantes, repuestos, viajes, seguros, etcétera. Como defienden desde la propia memoria, “todo lo que ayude a abaratar costes de producción”.

Instalaciones.Disponen de varias plantas de envasado. La más grande está en Antequera (Málaga). También tienen en Villarrubia (Córdoba), Guarromán (Jaén) y Santa Fe (Granada). Cuenta con dos plantas de aceitunas de mesa, en Dos Hermanas (Sevilla) y en Monturque (Córdoba). Y dando servicio, disponen de más instalaciones en Málaga y Sevilla. Hay oficinas y centros de trabajo también en Campillos, Córdoba, Málaga, Alcolea, El Sauce y Archidona y la sede en Antequera. Para el vino la principal planta está en Alcázar de San Juan. Entre las marcas y empresas en las que participan están Mercaoleo, Musa, Acyco, Qorteba, Acorsa, entre otras.

De Hojiblanca a Dcoop

También las cooperativas pueden ser líderes mundialesEn su estrategia de crecimiento, Hojiblanca decidió integrarse en el grupo Deoleo (poseedor de marcas como Koipe, Carbonell y Elosua, entre otras) con un criterio muy claro: “Aportábamos la marca, Hojiblanca, y una planta de envasado, pero a cambio queríamos tomar una participación de control. Es más, avisamos que si la participación de control la tomaba otra compañía, saldríamos. Entramos con un 9,7% y queríamos alcanzar el 25%-30%. Pero al final fue un proyecto fallido, porque las entidades financieras decidieron que era mejor vender ese porcentaje de control a un fondo como CVC que a Dcoop, así que nos fuimos. No estamos arrepentidos de haber entrado, pero tampoco de de salir, porque hemos obtenido unas plusvalías económicas importantes: nos pagaron 43 millones de euros que nos han permitido afrontar el gran proyecto de industrialización y comercialización en el que estamos ahora”, explica Luque La entrada en Deoleo coincide casi en el tiempo con el cambio de denominación: “Hojiblanca es un nombre localista porque define una variedad de oliva y una zona, de manera que en otras zonas geográficas había cierta susceptibilidad. Llevábamos tiempo pensando cambiarlo para que pudiera abarcar otros ámbitos geográficos y otros productos. Y como nuestra mentalidad de cooperativa, que nuestros productos eran de cooperativa y que nuestros socios eran de cooperativa, lo natural era llamarnos así: Dcoop”, completa.