Se han forjado una trayectoria profesional y una reputación que les acompañan allá donde van. Algunos son ya veteranos como Rafael Prieto, Carmen Rodríguez y Ramón Carrión; otros jóvenes, como José María Cantatero, que ya ha empezado a recibir premios por su labor exportadora. Son empresarios y profesionales que han hecho del mundo su oficina de trabajo. Se mueven sin complejos y atesoran todas las habilidades de un auténtico emprendedor aventurero: valientes, viajeros, planificadores, conocedores de los mercados, fuerte autoestima, incansables al desaliento, con don de gentes y resolutivos. Sus objetivos: ganar la baza exportadora de sus empresas y proyectos. Y es que “para mejorar tu negocio e incluso sobrevivir en un mundo globalizado es necesario salir afuera”, asegura la presidenta de P4R, Carmen Rodríguez, a lo que José María Cantatero, socio fundador de Bio-Dis, añade: “Hay que estar decidido a exportar, siempre dispuesto a invertir tiempo y dinero e implicar a todos los departamentos de la empresa en el nuevo proyecto”. De sus experiencias se aprende, y mucho.
Conocimiento de los mercados
La primera lección es que la improvisación es siempre mala consejera y, además, peligrosa, si hablamos de comercio exterior. “Antes de ir a un país, leo mucho sobre él, y no sólo informes, también novelas. Busco mezclarme con la gente. Hay que intentar entender al otro y conocer su cultura”, aconseja Carmen Rodríguez. Es un principio que comparten nuestros emprendedores aventureros. “Yo me baso mucho en información del ICEX y de las oficinas comerciales”, justifica José María Cantatero. Rafael Prieto, presidente ejecutivo de Eolo Sport, y Ramón Carrión, gerente de Tigernuts Trader, eligen el trabajo de campo. “Para conocer el mercado, prefiero un viaje exploratorio del país, que realizo por mi cuenta, observando y aprendiendo de su cultura”, explica el primero.
El poder de la palabra. El dominio de al menos inglés y francés es fundamental para la tarea exportadora. Esas dos lenguas te abrirán posibilidades de negocio en dos tercios del mundo; en el otro se habla castellano.
Búsqueda de contactos. En comercio exterior, no hay contacto malo. El principal capital de cualquier emprendedor aventurero es su agenda personal, la misma que le permite cerrar una negociación con éxito, abrir nuevas posibilidades comerciales o salir airoso de situaciones de riesgo. Como la que vivió Ramón Carrión en Níger: “Me encarcelaron bajo una acusación falsa que al final escondía un chantaje económico. Tuve que acudir a la amistad que tengo con un rey tribal, miembro de la Asamblea del país, para resolver la situación”. Los contactos abren las mejores oportunidades de negocio. En ese sentido, Carmen Rodríguez defiende el valor del apoyo público en operaciones internacionales, ya que “permite relacionarte a muy alto nivel y, en comercio exterior, es básico llegar al sitio donde se toman las decisiones”.
Ni lo intentes, si no eres o no tienes… capacidad de adaptación, don de gentes, fuerte autoestima, resolutivo, paciente, resistencia psicológica a la adversidad y dotes negociadoras. En mayor o menor medida son habilidades y aptitudes que atesoran los mejores. Sobre el papel pueden parecer triviales. En la práctica constituyen el armazón que le ha permitido a nuestros protagonistas alcanzar sus objetivos, sin importarles las dificultades ni las situaciones de riesgos, “que siempre hay que medir”, puntualiza Carmen Rodríguez.
Fuera prejuicios
Ya lo dice el refranero castellano, Haya donde fueres, haz lo que vieres. Cada país tiene sus costumbres. Tú no las vas a cambiar. La clave: adaptación y sentido común. Las reglas de juego a la hora de hacer negocios en África, Asia e incluso en algunos países de América Latina difieren del patrón occidental. Por eso, deja las prisas en el hotel y da por hecho que tendrás que reescribir el guión: que si llega tarde tu interlocutor, que si cambia la cita en el último momento… Por cierto, ser mujer no es una barrera, si tomamos como ejemplo el de Carmen Rodríguez. “Me he desenvuelto con toda naturalidad, nunca he tenido ningun problema y eso que he viajado mucho a países árabes”, confirma.
Imbuirse de otras culturas. “El conocimiento de otras culturas le enriquece a uno y también a la empresa”, señala la presidenta de P4R Apertura Española. Para esta experta en comercio exterior, esa es la razón por la que“hay que integrar la variedad cultural dentro de las compañías, con ejecutivos y profesionales de diferentes nacionalidades, trabajar con oficinas de otros países, porque si lo haces así, aunque sólo sea por interés, la empresa sera más exitosa”, asegura.
Y con las ideas claras. La tenacidad es clave para estos emprendedores. Planteado el objetivo y destino comerciales, sólo cabe lograrlos. Ramón Carrión se empeñó en encontrar chufas fuera de Valencia y las encontró en África. Su objetivo: dar respuesta a una demanda del mercado insatisfecha. Esa idea la ha convertido en un próspero negocio. Pero para conseguirlo, “no puede haber espacio para el desaliento”, asegura. Es un espíritu de superación que refleja Carmen Rodríguez cuando manifiesta que “las dificultades no me echan para atrás. Es muy bonito estudiar un proyecto, ver lo complicada de una operación y cómo la sacas adelante”.