DAS Photonics es una spin off del Centro de Tecnología Nanofotónica de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Tras años de trabajo en el desarrollo de tecnología y su transferencia a empresas del ámbito internacional, Javier Martí, presidente y consejero delegado de DAS Photonics, decidió crear la compañía. El primer contrato no se hizo esperar. En 2006, sólo un año después de su fundación, firmó un acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA).
Sin embargo, la maduración de una empresa de este tipo es larga. Y más aún en el ámbito de la defensa militar, donde hay que disponer de un producto consolidado. “Los primeros años fueron proyectos de investigación, esencialmente proyectos con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y la Comisión Europea. En 2010, embarcamos un primer módulo en Alphasat, un satélite experimental de la ESA. Pero hasta 2012 no empezamos a tener productos en defensa. Obtuvimos el primer contrato en 2013, en Oriente Próximo. Se trataba de un prototipo de laboratorio para hacer demostraciones. Así conseguimos vender el sistema. Entonces empezamos a crecer en número de empleados y en contratos”, declara Martí.
El Pentágono llama a la puerta
El primer golpe de efecto llegó en 2015, cuando el departamento de Defensa de EE.UU. contactó con la compañía. “El Pentágono estaba buscando tecnologías que no estuvieran disponibles en EE.UU. Empezamos a tener las primeras reuniones y firmamos un contrato. Después vendría otro más. Les entregamos sistemas de inteligencia electrónica”, señala el fundador de la compañía.
Al mismo tiempo, DAS Photonics seguía embarcando sus sistemas en satélites, trabajando esencialmente en proyectos del CDTI con la ESA y contratos con Hispasat y Space System/Loral (SSL-Maxar).
Pero el aldabonazo definitivo llegó en 2017, cuando se adjudicó su primer gran contrato en el ámbito de la defensa. Se trata de un contrato suscrito con Emiratos Árabes, con un volumen de más de 80 millones euros y que se extenderá hasta 2023. “Hemos ganado otros contratos de gran volumen y estamos compitiendo en la adjudicación de importantes contratos, fundamentalmente en la región de Oriente Próximo”, apunta Martí. “Estamos imponiéndonos a empresas que son 1.000 veces más grandes que nosotros. Apenas somos 100 personas y ganamos contratos a corporaciones en las que trabajan 70.000 u 80.000 empleados”, añade.
Tres patas de negocio…
El nombre de DAS Photonics proviene de los tres sectores en los que se aplican sus sistemas: Defensa, Aviónica y eSpacio.
Defensa. Su tecnología se utiliza en la denominada inteligencia, defensa o guerra electrónica. Es decir, lo que los ‘civiles’ denominaríamos sencillamente espionaje. “Estos sistemas son equipos que monitorizan el espectro radioeléctrico en un radio de cientos de kilómetros, tanto si procede de radares como de otras comunicaciones en el entorno. Pueden ir embarcados en un avión, en un barco, en un vehículo blindado o estar en una estación fija. Esa información se detecta y se analiza para generar una librería de señales, que se clasifican por su peligrosidad. Por ejemplo, somos capaces de monitorizar determinados radares, identificarlos y saber en qué plataformas están montados -en aviones, barcos…- y geolocalizarlos. Esta información es de enorme interés para las fuerzas armadas de los países”, explica el consejero delegado.
La particularidad de su sistema fotónico es que mejora las prestaciones que ofrecen los sistemas tradicionales “Somos la única empresa capaz de monitorizar instantáneamente todo el espectro. Los sistemas que se utilizan actualmente escuchan las señales por distintas bandas de frecuencia y suman toda esa información al final. Nosotros, al utilizar tecnología fotónica, cogemos la señal que llega a la antena, la convertimos en luz y la procesamos así. Ese procesamiento con señales fotónicas nos permite un enorme margen de frecuencias instantáneo, además de una reducción de tamaño del equipo, del peso y del consumo energético. Estas características son claves en determinados sectores. Es una diferenciación tecnológica clara y reconocida tanto por nuestros clientes como por nuestros competidores”, precisa.
Gracias a ello, la compañía ha podido acceder a contratos con los departamentos de defensa de diversos países, como Estados Unidos, Emiratos Árabes, Arabia Saudí, etc., además de participar en algunos programas en España y Europa.
Aviónica. DAS Photonics ofrece sistemas para la interconexión con fibra óptica dentro del avión. “Los aviones, tanto civiles como militares, requieren cada vez mayor capacidad a bordo. Los militares, porque tienen sensores, cámaras, etc., por lo que necesitan transportar información como imágenes, señales recibidas desde tierra… Y los aviones civiles también requieren entretenimiento a bordo, así que demandan más capacidad y conectividad. Eso requiere contar con pequeñas redes de fibra óptica dentro del avión”, detalla el fundador de la compañía.
Espacio. La tercera vertiente de negocio consiste en el desarrollo de soluciones tanto para la interconexión de las diferentes partes del satélite mediante fibra óptica como para el diseño y fabricación de transpondedores con tecnología fotónica. “Los satélites de comunicaciones utilizan transpondedores, que son elementos que procesan la señal que llega desde la antena, la encaminan, la seleccionan y la envían otra vez hacia la Tierra. Hemos desarrollado transpondedores con tecnología fotónica, que permite un ancho de banda mucho más grande, con más capacidad. Además, permite la reducción del peso, tamaño y consumo. Esto es especialmente importante en los satélites, porque se alimentan de baterías que cargan con paneles solares, así que es fundamental que el consumo sea bajo. Por otro lado, los satélites tienen una vida útil de unos 15 años. Es decir, los que acaban ahora su vida incorporaban tecnologías de hace 15 años, por lo que las capacidades que embarcaban eran muy pequeñas, comparadas con las actuales. Nuestros sistemas multiplican por diez la capacidad de los satélites. Esta capacidad tan alta es difícilmente escalable con tecnología de radiofrecuencia y electrónica, que es la que se utiliza tradicionalmente. También supone una importante reducción del coste”, puntualiza Martí. Sus principales clientes son las agencias espaciales y empresas que ponen satélites en órbita, como ESA, NASA, Eutelsat, Thales, SSL- Maxar, Airbus, etc
…y aplicaciones en la ‘vida civil’
Gran parte de la tecnología que nos rodea fue desarrollada inicialmente para su aplicación en el ámbito militar. Internet, el GPS, los microondas o los walkie-talkies son sólo algunos ejemplos. DAS Photonics también ha seguido este camino. En 2013, la compañía creó Lumensia Sensor, una spin off especializada en el desarrollo de chips fotónicos que pueden ser empleados como sensores. Esta tecnología tiene aplicación en el ámbito de la seguridad alimentaria, ya que permite detectar patógenos y alérgenos en la comida y en el agua. Incluso puede ser usada para la detección rápida de virus.
“Desarrollamos unos chips que se montan en cartuchos, en los que se depositan los reactivos. Por ejemplo, en seguridad alimentaria se pueden emplear para detectar gluten y alérgenos como trazas de leche, huevo, frutos secos, crustáceos, etc. Se deposita una muestra de comida, se pone en una plataforma de lectura y tenemos el resultado en 15 minutos, indicando qué concentración tiene esa muestra, en partes por millón”, explica el consejero delegado.
Sus posibles clientes son fabricantes o elaboradores de comida, empresas dedicadas al control de calidad de alimentos o de aguas, etc. Por ejemplo, Embutidos Martínez, proveedor de Mercadona, ya está utilizando su tecnología.
Un futuro luminoso
DAS Photonics, en sus diferentes líneas de negocio, tiene muy buenas perspectivas de futuro a corto plazo. No en vano, la empresa tiene en cartera proyectos por valor superior a 100 millones de euros, que se irán ejecutando a lo largo de los próximos dos o tres años.
Sin embargo, no puede dormirse en los laureles, puesto que en entornos tan competitivos como en los que opera es esencial mantenerse en vanguardia. Martí especifica que la empresa ha llegado a destinar la mitad de sus ingresos a I+D+i en algunos momentos de su trayectoria. Esta inversión se sitúa ahora en torno al 15% de su facturación, ya que ha alcanzado la fase de producción. Después de muchos años de trabajar intensivamente en la investigación, es el momento de recoger los frutos.
Además, la compañía pronto estrenará nuevas instalaciones, fuera del campus de la UPV, donde actualmente diseña y fabrica sus equipos. Tenía previsto el traslado para este año, pero el parón provocado por la COVID-19 puede retrasar su mudanza.
Una cartera repleta de proyectos
El trabajo realizado por DAS Photonics en los últimos años está empezando a dar sus frutos, ya que la compañía ha logrado adjudicarse múltiples contratos. Y alguno de ellos son muy suculentos. Por ejemplo, en 2017 firmó un contrato con Emiratos Árabes Unidos, con un volumen de 80 millones de euros. De hecho, la empresa tiene en cartera contratos con un valor en torno a 100 millones de euros, que deberán irán ejecutándose a lo largo de los próximos años. La compañía espera concluir el presente ejercicio con una facturación de 21 millones, multiplicando por siete los registros de 2017. El cierre de fronteras por la COVID-19 y la imposibilidad de viajar han interrumpido su trabajo, rebajando las expectativas iniciales de facturación para este año, ya que parte de los ingresos previstos quedarán diferidos por el parón causado por la pandemia.
Evolución de facturación de DAS Photonics
Esta ha sido, en millones de euros, la evolución registrada en la facturación de DAS Photonics desde hace 5 años
2016: 2,45
2017: 2,95
2018: 7,59
2019: 11,35
2020: 21