Esta pequeña empresa de ingeniería constituida en 2007 ha ido, poco a poco, aumentando el número de empleados. Hoy forman el staff un total de nueve. A ninguno de ellos les han recortado el salario y a tres se lo han subido durante el último ejercicio, lo cual demuestra que conjugar subidas salariales en tiempos de crisis no es tarea imposible, ni siquiera para las empresas más pequeñas.
Vicente Erguido, director general matiza: “Somos conscientes de que no podemos competir con la seguridad salarial que reporta trabajar en una gran empresa. En la medida que podemos, intentamos dotar de esta seguridad a nuestros trabajadores, por ejemplo, con contratos fijos en los casos que podemos”. Y nunca se ha planteado rebajar el sueldo de sus empleados porque sabe que es una causa de desmotivación.
CÓMO FIJAN LOS SALARIOS
“Nosotros nos fijamos en los estudios del mercado, la media que hay en el sector, los convenios y los pluses. Escuchamos lo que nos pide el trabajador y entre ambos, intentamos llegar a un acuerdo”, continúa. Las retribuciones varían según el perfil profesional. “Evidentemente, si alguien viene pidiendo una cierta cantidad y no podemos ofrecérsela… Lo que intentamos es que el empleado se sienta a gusto”, añade.
PROMOCIÓN PROFESIONAL
SI de algo está orgulloso Erguido es del hecho de que “la gente joven sabe que esta es una empresa en la que va a poder formarse profesionalmente y desarrollar una carrera. Exigimos versatilidad, hay que saber adaptarse a las circunstancias del mercado y de la misma forma retribuimos. La nuestra no es una política de ‘vas a cobrar tanto, cuando lleves tres años habrá esta subida’. No. Los sueldos, como nuestros honorarios, se determinan según funciona el mercado”. Además, “como el negocio no sólo se ha mantenido sino que ha subido, hemos mejorado el salario a aquellos que han contribuido a incrementar el beneficio de la empresa con su esfuerzo personal. En esto, sí que las pymes tenemos ciertas ventajas”.