España es uno de los mayores emisores de peregrinos de Europa. Cada día salen aviones llenos de laicos y religiosos en dirección a Polonia, Francia, Turquía o la Tierra Santa, encargados básicamente por comunidades religiosas, parroquias, episcopados o colegios. Quizá por eso José Luis Lacasa, 43 años y licenciado en Turismo, no ve muy claro que la suya sea una agencia de nicho. “Éste es un sector ya muy maduro, con gran competencia y muchas agencias, en el que el precio tiene su importancia”.
Lo que si fue un poco casual fue el modo como Lacasa acabó, en el 2000, metido de lleno en los colectivos religiosos. “Aquí en Valencia no había una agencia especializada en estos viajes y los clientes empezaron a pedirme que se los organizara ya que tenían que acudir a agencias de fuera”, recuerda. Fue una idea estupenda ya que, pese a que sigue organizando viajes a medidas para otros grupos, lo religioso le supone más de la mitad de sus ingresos, que el año pasado alcanzaron los ocho millones de euros. Y la tendencia es a acrecentar el peso de ese segmento. Aun cuando tiene en oferta paquetes prediseñados como uno para el Año Santo Compostelano, la mayor parte de la facturación de Engrupo viene de los viajes a medida, que es la manera habitual de viajar de las comunidades religiosas.
“Nuestros clientes nos dicen qué viaje quieren hacer, a qué sitios, si van a ir a misas o celebraciones religiosas, en qué fechas, y todo con sumo detalle”, apunta Lacasa . El truco para que todo salga redondo y no haya decepciones está –explica el empresario– en tener proveedores y agencias receptivas de alta calidad.
Dado que su carácter de nicho es menos acusado que el de otros colegas, también su vulnerabilidad a las crisis parece un poco más alta. Lacasa se queja de que el “el 2009 está muy tranquilo” y prevé una caída de la facturación “para este año del 20% o 25%”.