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20 Mar, 2023

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Seguro que nunca has pensado que las eyaculaciones de algunos toros podían ser un bien muy codiciado. Y que por una pequeña dosis se puedan pagar hasta 33 euros. Este negocio lleva años en España. La vasca Aberekin es una de las pioneras. Su mercado se basa en la necesidad de los ganaderos de inseminar a sus vacas con semen de calidad para tener mejores rendimientos lecheros y cárnicos. La demanda es constante, pese a la reducción del censo de explotaciones lecheras.

Salvador Gorostola, director general de Aberekin, conoce el negocio a la perfección, desde dentro, y así explica el porqué de esta empresa. “En los años 80, en el País Vasco era necesario mejorar la producción de material genético y frenar la fuerte dependencia exterior”. De este modo, las asociaciones de ganaderos de las tres provincias vascas coordinaron, con el apoyo de la Administración, un programa de mejora que fructificó en una empresa con vocación y gestión privada participada por 19 entidades de cinco comunidades autónomas.

Carlos Ugarte es el director técnico de Aberekin y quien tiene localizadas a las 50 mejores vacas de todo el mundo para hacerse con sus embriones. Él decide el material embrionario que adquiere Aberekin. Gorostola explica que en la mayoría de casos el proceso comienza con un viaje a EEUU. “Allí compramos unos 180 embriones con los que se inseminan novillas jóvenes de alquiler, gracias a un acuerdo de colaboración con asociaciones ganaderas. Si nace un macho, es para Aberekin; si es hembra, para el ganadero”. Una fórmula de reducir costes y generar sinergias.

La gestión de las eyaculaciones también tiene sus particularidades. “Contamos con una sala de monta en donde el toro eyacula en una vagina artificial. De ahí, el semen pasa al laboratorio donde se examina la calidad. Cada envase contará con 30 millones de espermatozoides”, dice.

Duplex, el supertoro
Un punto de inflexión en la empresa fue, precisamente, el conseguir un toro único. “En 2000, nos situamos en la cima de la genética de la raza Holstein gracias a un toro fantástico –Duplex–, cuyo semen fue usado por muchos centros internacionales de inseminación y por ganaderos de todo el mundo”.

Fidelizar al cliente
Una clave del negocio está en el reparto de 40.000 dosis de semen, de forma gratuita, entre 2.000 ganaderos que testarán la calidad del mismo inseminando a sus vacas y podrán ver las características de las crías que obtienen. Un método infalible de fidelización y captación de clientes. Si necesitan inseminar nuevamente, ya tendrán que pagar. El precio de la dosis oscila entre nueve y 33 euros según la calidad.

Semen para exportar
La empresa saltó al exterior en 1989. “El primer país al que empezamos a exportar fue Argentina”. Hoy cuentan con distribuidores exclusivos en 17 países y una cifra de 1.300.000 euros en ventas.

Aquí sí que se innova
La investigación genética ganadera no ha tocado ni mucho menos techo. Esto obliga a la empresa a participar en proyectos de investigación que ayuden a mejorar la productividad. Este año ya han gastado 800.000 euros. Históricamente, la empresa ha invertido en investigación y ahora están involucrados en varios proyectos. “Queremos conocer la evolución de los caracteres genéticos secundarios que antes no se tenían en cuenta y que afectan a la facilidad para el parto, la fertilidad de las hijas, células somáticas…”. Otro aspecto en el que trabajan es en conseguir eyaculaciones con una mayor proporción de espermatozoides hembra, de manera que las dosis que se comercializan proporcionen un mayor número de vacas.