El año 2002 fue decisivo para Ferran Martínez. Una lesión acabó con una exitosa carrera deportiva. Uno de los mejores pívots dejaba la cancha y pasaba a pivotar en el mundo financiero. Y por los resultados que se ven, no lo ha hecho del todo mal. Sus cualidades personales y como deportista lo convierten en un perfecto emprendedor. Estudiaba antes de los entrenos y después continuó. “Desde joven me hice un plan de vida –dice–. Sólo gastaba el 30% de lo que ganaba”. Ahora asesora a otros deportistas que como él concentran sus ingresos en pocos años. Un estudio dice que el 60% acaba arruinado a los cinco años de finalizar su carrera deportiva.
Lánzame una apuesta inversora
Pero Ferran va más allá de la asesoría. Junto a otros socios creó Lánzame unpledge fundque invierte en startups. “Cada mes nuestros equipos analizan unas cien –explica–. Tras una criba escogemos una que presentamos a nuestros inversores en el que llamamosLánzame day.Invitamos a participar y también invertimos”.
Según Martínez, estudian al equipo que promueve la startup, sus cualidades personales como emprendedor; analizan la ventaja competitiva del proyecto y si es escalable.
En Lánzame se puede participar con una aportación a partir de 1.000 euros. El promedio habitual de permanencia es de tres a cinco años. “Lo chulo no es entrar en una empresa y vender, sino seguir el proyecto –continúa–. Empezamos como un club de inversión y lo hemos convertido en una empresa que participa en compañías de gran crecimiento”.
El fondo cobra un porcentaje tanto al inversor como a la startup. “Vamos a comisión de éxito”. En este momento participan en unas 20 startups. Entre ellas Verse, Wazypark, Kantox, 21Buttons o Woom. “Algunas de la compañías con las que empezamos ya no están en España, ahora son americanas. Las ayudamos a crecer desde el principio,” asegura.
Recientemente, Martínez se ha unido a otros socios para crear Entanglement Partners, una consultora que pretende desarrollar proyectos con tecnología cuántica. En la sociedad participan tanto empresarios como físicos teóricos.
Conferenciante experto
Pero no acaban aquí sus proyectos. Ferran da charlas sobre la aplicación de su experiencia deportiva al mundo empresarial. “Hablo de valores del deporte que van bien en la empresa. Hay cinco que tengo muy claros”, asegura mientras señala la creatividad como valor. “Cuando jugaba procuraba ser creativo. Aunque podía encestar de forma simple intentaba hacer jugadas más creativas. En la empresa también da mejores resultados”, añade.
Para el exjugador, el optimismo es otra clave. “No conseguirás nada si ves siempre el vaso medio vacío. Cuando me lesionaba, no me hundía sino que pensaba en las cosas que podía hacer en ese tiempo”, explica.
Ferran insiste también en la importancia de conocer los propios valores y debilidades. “Así explotarás todo tu potencial y reducirás tus puntos flojos” y, añade, “de los entrenadores he aprendido a hacer sentir importante a todos los que trabajan. Hay que buscar el talento en la empresa y potenciarlo”.
La disciplina sería otro valor común. “El baloncesto es un juego individual que se juega en equipo. Un liderazgo individual te ayudará a tener el de todo el conjunto”, afirma.
Por último el exjugador señala la importancia de saber adaptarse a las circunstancias: “Yo he jugado en equipos grandes obligados a ganar títulos. Siempre debes adaptarte a los objetivos del sitio al que vas y a los líderes que tengas”.
Conectar actividades
Ferran asegura que “lo más importante no es ser el mejor jugador del mundo sino crear conexiones de energía positiva”. Es lo que hace con todas sus actividades, redundando en beneficio propio o de otros. En este sentido, participa en BidAway donde ofrecen experiencias turísticas de lujo con famosos con fines sociales.
