Las cifras reflejan la situación de crisis económica, también importante en este sector. En 2008, y a pesar de la recesión, las cifras crecieron gracias al incremento del mercado norteamericano. En cambio se produjo un descenso sustancial en 2009 y una ligera recuperación en 2010. Hasta 2007 en España se hacían unas 50.000 piscinas anuales. Esta cifra ha bajado hasta 15.000. En el caso español, además, la venta está muy ligada a la nueva construcción y con la crisis del sector se entiende la caída. En otros países, como Francia, se ha pasado de 50.000 a 35.000 nuevas al año. En el país vecino las ventas están más ligadas a la reforma del hogar. Para mantener las cifras, la empresa, que tiene un nivel de endeudamiento muy bajo, redujo un 15% la plantilla mundial, aunque no han cerrado ninguna planta y han organizado la compañía buscando la eficiencia. “Para nosotros la eficiencia está considerada como factor estratégico de la compañía”, apunta Eloi Planes.
UNA EMPRESA MULTIFAMILIAR
Fluidra nació de las familias catalanas Planes, Corbera, Serra y Garrigós. Estas familias conservan el 53% de las acciones de la compañía. En 2002 entró como accionista el Banco Sabadell adquiriendo un 20% de la empresa. El 31 de octubre de 2007, el grupo salía a bolsa. Por aquel entonces varias compañías norteamericanas se interesaron en comprar Fluidra, pero los fundadores prefirieron optar por la entrada en bolsa y mantener la propiedad. De hecho, la incorporación del Banco Sabadell se hizo ya con la idea de buscar un socio potente y preparar la salida a bolsa. Las familias tienen firmado un pacto de sindicación que a finales de 2010 prolongaron hasta 2015. Hace unos 20 años, cuando el actual presidente Joan Planes tenía 50, y los otros fundadores unos 60, empezaron a diseñar la transición familiar. Crearon cuatro empresas, cada una de las cuales representaba a los accionistas de una familia. Cada una tendría un solo representante en la junta de accionistas.