La constancia y la perseverancia tuvieron sus frutos y tras la primera cliente se fue conociendo y extendiendo por el boca a boca. Y así en el 2007, con una larga lista de espera y con demandas a nivel nacional, Catalina decidió que podía pasar el relevo de la dirección del centro y subir un escalón en su aventura emprendedora creando una central de franquicias y una consultora especializada. Hoy son ya 10 los centros que tienen firmados, de los que cinco ya están abiertos y el resto, en construcción, pero tienen más de 550 solicitudes, les llegan peticiones de Europa, Suramérica y Estados Unidos, se han convertido en referentes del sector y su caso empieza a ser estudiado en las principales escuelas de negocio del mundo.
¿Cuáles han sido las claves del éxito de Vitalia? Fundamentalmente cinco. Veámoslas.
– 1. Crear un método. Lo que ha permitido a Vitalia despegar ha sido apoyarse en un método patentado, el Método Hoffman, con una metodología específica de tratamiento terapéutico. El objetivo: aunar en un mismo centro asistencia social y terapéutica. “El quid de nuestra metodología es que tratamos cada caso como único. Les hacemos una valoración y establecemos un programa personalizado diario para la semana.”
– 2. Diferenciación. Si algo distingue a los centros Vitalia del resto es la organización del centro por objetivo terapéutico y no por patología. “De manera que puedes encontrarte a cuatro personas trabajando la atención en una misma mesa, pero con patologías diferentes. Lo que se persigue es que ninguna pueda ser el espejo de la otra para que no sea frustrante”, añade.
– 3. Plataforma tecnológica. “Hemos hecho una plataforma tecnológica a través de Oracle, digitalizando toda la rama sanitaria y de tercera edad. Es la primera vez que se hace. ¿Qué nos permite eso? Que si un paciente, por ejemplo, empieza su rehabilitación en Oviedo, no tenga que interrumpirla si se marcha a Madrid”.
– 4, Flexibilidad total para un público medio/alto. El centro ofrece horario continuado (de lunes a viernes, desde las 9 de la mañana hasta las 18:00), y flexibilidad total sobre la organización del horario o incluso el transporte: Esta flexibilidad y la carga de personal que conlleva el tratamiento implica unas tarifas medio/altas, que pueden oscilar desde los 250 euros/mes por dos días a la semana hasta los 800 euros/mes por todos los días que puede llegar a los 900/1.000 euros/mes si incluye el horario ampliado y el transporte.
– 5. Una gestión de personal también diferente. “La clave para hacer rentable un centro con una carga de personal tan alta está en tener muy en cuenta las actividades que vas a realizar a lo largo de las horas en las que está abierto y en saber incrementarlas a medida que va haciendo falta, en escoger perfiles adecuados y polivalentes, en repartir los horarios por los distintos centros…”, completa.
UNA FRANQUICIA ¿SOCIAL?
“A mí me han llegado a poner 10 millones de euros sobre la mesa y me han dicho abre 20 franquicias. Y les he dicho que no, porque eso es morir de éxito. Queremos hacer una expansión controlada, no más de 10 firmas al año para poder garantizar la calidad de los centros. En esta expansión va el prestigio del método Hoffman, mi nombre, una filosofía personal y eso no puede hacerse a la ligera”. Por eso, insiste en hablar de centros Vitalia, centros propios, no centros franquiciados, “ la palabra franquiciado sólo aparece en el contrato”. Para todo lo demás, son parte del proyecto global. Por eso, también, Catalina entrevista personalmente a los 550 candidatos que le solicitan una franquicia, “en busca de inversores que no miren sólo la rentabilidad, sino que también tengan esa finalidad social en la mente de ayudar a las personas mayores. Si no cree en las personas mayores, si no cree en el método, no doy el visto bueno. Si a ti te da igual invertir en una falda que en una persona mayor, no me vas a escuchar cuando te pida aumentar la inversión porque hay que contratar a un auxiliar más”. También da el visto bueno a todos los directores y a gran parte del personal. Cada centro requiere una inversión de 300.000 euros y una plantilla que ronda las 11 personas. Son números muy elevados que se compensan, como insiste Hoffman, “porque enseguida ven que hay una mejoría, que están haciendo algo bueno”. El método cada vez es más conocido y popular, algo a lo que ha contribuido la colaboración que dos veces por semana realiza Catalina Hoffman en un programa de salud de televisión.