Para aquellos que sean de Barcelona, probablemente no haga falta presentar a Enrique Tomás. Sus tiendas son parte del paisaje de la ciudad y municipios cercanos. Sin embargo, hasta ahora la compañía no había trabajado su imagen como cadena. Esto cambió el año pasado, cuando decidió abordarlo a través de varias acciones de comunicación.
Participación en eventos
“La mejor forma de comunicar la marca es con el producto delante”, afirma Tomás. Apuestan por presencia en eventos en los que su jamón cobra protagonismo y buscan aliados de renombre en la restauración. Por ejemplo, organizó una degustación acompañado por Enric Crous, director general de Estrella Damm, y el chef Romain Fornell, estrella Michelín.
Vender en todas partes
La compañía ha apostado por vender en sitios dispares, sacrificando el margen en pos de la visibilidad. Así, en algunos cines se puede comprar un cucurucho de tacos de jamón. “Para ofrecerlos a 5,50 euros en los cines, donde venden palomitas y todo es beneficio, imagínate a qué precio se lo tengo que vender yo. Les doy todo el margen, sólo exigimos que esté identificado que es jamón Enrique Tomás y se venda al precio recomendado”, señala. También sirve en inauguraciones, bodas...
“Acercamos el producto a donde esté el cliente pero sin perder dinero. Incluso tenemos un servicio para barcos. Si alguien va a navegar y quiere un jamón con cortador, se lo ponemos. Que la gente se acerque a la marca”, explica.