Trabajar en el exterior también deriva encargos al mercado local. Éste es el inusual recorrido de Seventy Eight, un estudio de construcción especializado en espacios comerciales singulares. Fundada y dirigida por Ramón Pomar en 2010, junto a su socio y un empleado, la empresa zaragozana trabaja para firmas como Nike, Mango y Geox.
Según Pomar, la vía para conseguir un portafolio de clientes de ese impacto es “ofreciendo la mayor calidad de trabajo y servicio posibles, respetando los plazos de obra y dejando actuar el boca a boca”. Es así como sin haber cumplido un año fueron recomendados en Francia y, una vez realizado el trabajo, el cliente satisfecho les puso en contacto con Primtemps, los grandes almacenes galos que se han convertido en una de sus principales fuentes de ingresos.
Lo cierto es que esta práctica ha permitido a la empresa “mantener la cartera de clientes y aumentarla en razón de cuatro o cinco grandes firmas al año”, limitando al máximo otras estrategias de marketing. Asegurada la demanda de trabajo, Pomar se ha centrado en las que considera dos de sus principales claves de éxito: “Crear un equipo
profesional muy cualificado, y estudiar muy bien cada uno de los mercados en los que se iba a trabajar. Siempre hay barreras que superar, y prepararse es fundamental para saltarlas con éxito”.
Es así como la empresa opera además de en Francia en Portugal e Italia, pero como se señalaba al principio son esas marcas las que más tarde han contado con Seventy Eight para su expansión en España, lo que le lleva a afirmar a Pomar que un 90% de sus clientes son extranjeros: “Si no nos hubiéramos dado a conocer en el exterior, hoy la empresa sería la mitad de lo que es”, resume.
En la foto, Ramón Pomar, fundador de Seventy Eight, junto a parte de su equipo.