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28 Mar, 2023

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Otra de las claves para salir airoso de un concurso de acreedores está en saber gestionar la sensación de cierre inminente con la que se asocia a una empresa concursada. “La gente no entiende lo que es un concurso. Se identifica con quiebra (algunos periodistas lo pusieron en titulares). El día que presentamos concurso dieron la crisis de Fadesa con la nuestra en televisión. Pensé, bueno, pero si nosotros somos un chiringuito, ¿cómo es posible tanta repercusión?”, recuerda ahora Javier Goyeneche. Y completa: “El que no lo ha vivido, no sabe lo que es, pero es brutal. Todo se tambalea. La mercancía llega tarde, tienes problemas de servicios, retrasos con los clientes, anulación de pedidos… todas las noticias negativas en prensa. Te sientes como un David contra Goliat. Pero yo tiendo a ser optimista y siempre pensé que saldríamos adelante”.

DAR LA CARA

“Yo creo que lo más importante aquí fue dar la cara. Cuando presentamos el concurso, me pasé como 10 días reuniéndome cada media hora con mis proveedores importantes, explicándoles la situación y poniendo absolutamente todas las cartas sobre la mesa”.

MOTIVAR A EMPLEADOS Y FRANQUICIADOS

“En los primeros días hubo un momento de pánico. El personal estaba convencido de que la gente llegaría y se llevaría hasta las sillas. Claro, estuvimos sin luz 24 horas. Y sin comunicaciones en las tiendas. Algunos empleados me preguntaban continuamente si íbamos a salir de esto. Es un proceso muy duro. No sólo la lucha del día a día, sino tener a todo el mundo ilusionado y motivado. Es una presión personal muy fuerte”, asegura.