Advertisement
23 Mar, 2023

Emprendedores Logo

×

Conseguirá el gimnasta español Gervasio Deferr medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín? ¿Repetirá Rafa Nadal su victoria de Roland Garros en Wimbledon? ¿Cómo terminará el enfrentamiento de Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa en la categoría reina del motociclismo? Si hasta la fecha, estas apuestas se realizaban de manera informal entre grupos de amigos o compañeros de trabajo –¿quién no ha participado alguna vez en una porra?–, a partir de ahora los aficionados tendrán la oportunidad de retarse en locales especialmente preparados para ello. Unas casas de apuestas deportivas que constituyen una auténtica novedad en España, pero no así en otros países como el Reino Unido, donde forman parte del paisaje urbano desde hace varias décadas y representa el 25% del mercado del juego, ámbito este último que en España supone 29.000 millones de euros.

Los primeros establecimientos acaban de ver la luz en Madrid y en el País Vasco. Estas son las únicas comunidades que, de momento, han legislado una actividad cuya regulación corresponde a los gobiernos autonómicos. Que el mercado aún no haya sido explotado abre grandes posibilidades para las empresas que operen en él, aunque esa misma realidad plantea enormes dificultades. No en vano, las empresas tendrán que luchar contra el desconocimiento entre la sociedad de un negocio inédito en España.

En este reportaje mostramos, punto por punto, las estrategias que van a seguir dos de las principales firmas que operarán en el segmento, una de las cuales es Victoria. Su consejera delegada, Jessica Ordovás, no alberga dudas acerca del potencial del proyecto. “Estamos asistiendo a la creación de una nueva categoría de ocio y entretenimiento que, en la próxima década, va a estar de moda”.

Otro de los protagonistas es Sportium, cuyo director general, Pablo Alcalá, subraya que “la gran ventaja de las apuestas deportivas es que se hacen sobre eventos reales, no hay que inventarse nada sobre lo que jugar, como en los bingos”.