Podoactiva nació en 2004, aunque es heredera del trabajo previo de su fundador y director general, Víctor Alfaro. Fruto de aquella experiencia, surgió la idea de esta empresa. “Tuve una pequeña consulta de podología en Huesca durante 10 años. Me sirvió de laboratorio de pruebas y para darme cuenta de que había mucho rango de mejora. En este siglo, en el que todo se cuantifica y no hay ninguna industria que no mida sus piezas con láser, no tenía sentido que nuestro sector siguiera haciendo artesanalmente una parte significativa del proceso”, explica.
El momento propicio para dar este salto llegó cuando su hermano Javier se licenció en Podología. “Queríamos cambiar el enfoque, dejar de ser una empresa de podología para ser una empresa de biotecnología. Esto implicaba dejar de ganarnos la vida de una manera fácil, pues la consulta funcionaba bien, y comenzar a complicárnosla bastante. Empezamos a tener en nómina ingenieros y físicos y abordamos un planteamiento completamente distinto”, comenta Alfaro. Y está yendo muy bien. Ya ha atendido a más de 260.000 pacientes, entre los que se incluyen un millar de deportistas de élite.
Para montar un negocio de estas características, no vale sólo con la voluntad de querer hacerlo, sino tener una base para afrontar la modernización. El desarrollo tecnológico ha sido uno de los baluartes de la compañía.
Escaneado real. Un hito fundamental fue el desarrollo de una patente que revolucionó el método de obtener el molde del pie. Tradicionalmente, lo habitual era recoger la forma del pie mediante moldes de yeso, aunque había consultas en las que se escaneaba con láser, pero de manera deficiente.
“En los escáneres de entonces había que pisar un cristal y pasaba un lector láser. Era como si chafaras tu nariz en un cristal y la escanearas. Patentamos un sistema en el que se regula una membrana de látex en tensión, se apoya el pie en esa membrana y así se obtiene un 3D real del pie”, explica Alfaro.
La compañía hizo una importante inversión para proteger esta patente en todo el mundo, pero mereció la pena. “Seguimos siendo los únicos en el mundo que lo hacemos de esta manera. Si hoy trabajamos con 1.000 deportistas de élite, una parte importante es por esa patente”, especifica. La patente se registró en 2008, por lo que aún tiene 14 años de vigencia.
Fabricación robotizada. Desde el principio, Podoactiva tuvo claro que había que asumir un proceso robotizado. Descartó la fabricación aditiva por termoformado y la impresión en 3D, y apostó por el mecanizado con robots que esculpen la plantilla a partir de un bloque de material. “Usamos una aleación de polipropileno y carbono que se fabrica en Alemania en exclusiva para nosotros. El resultado es superior a lo que hoy se puede hacer con fabricación aditiva o con impresión en 3D”, reseña.
Compromiso con la I+D+i. “Invertimos casi el 100% de los beneficios en I+D+i. E incluso dedicamos líneas de financiación exclusivamente a proyectos de investigación. El año pasado gastamos unos 400.000 euros, más del 11% de la facturación”, afirma el director. En la mayor parte de los casos, se trata de investigaciones en colaboración con otras entidades. Por ejemplo, ha trabajado en proyectos conjuntos con el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (i3A) –escaneado y fabricación de plantillas personalizadas–, el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) –desarrollo de calzado infantil–, el Clúster del Calzado Aragonés (CLAC) –sistema de plantillas–, la Universidad de Zaragoza y la Universidad San Jorge. Y participa en trabajos multilaterales, como los proyectos Cloudsme (desarrollo de tecnologías en la nube aplicadas a la mejora de procesos) o Eurostars (mejora en la fabricación). Alrededor de 100 investigadores trabajan indirectamente para Podoactiva.
Los que se han puesto en sus manos
A la par que iba desarrollando su tecnología, la empresa fue abordando la expansión comercial del negocio. En 2004, se hizo cargo de la Unidad de Podología y Biomecánica de la clínica Quirón de Zaragoza, primer paso en la consolidación de una red de 105 puntos, entre centros propios o dentro de clínicas de toda España.
Centros propios. La central de Walqa es el centro neurálgico de la compañía. No sólo asume el diseño y fabricación de las plantillas, sino que incorpora salas de biomecánica, espacios de captura en tres dimensiones del gesto deportivo, diferentes superficies de suelo deportivo –baloncesto, atletismo, fútbol, golf, pádel– y escáneres 3D. Además, tiene puntos propios en Huesca y Madrid y acaba de inaugurar otro en Barcelona, la mayor consulta de España, donde cuenta con el mismo equipamiento de estudio que la central. Este local supone un nuevo concepto para la firma. “Se denomina Podoactiva Elite Sport Center, que va a ser la gama más alta de nuestras clínicas. Son centros dotados de más tecnología y espacio, muy pensados para el deporte”, precisa Alfaro. En 2006 también puso en marcha una unidad móvil equipada con una consulta de podología con todos los instrumentos necesarios. De lunes a viernes, da servicio a unas 150 localidades de Huesca. Y los fines de semana se emplea en pruebas deportivas, como maratones, etc.
Clínicas colaboradoras. La compañía se hace cargo del servicio de podología de varias clínicas de los grupos Quirón, Nisa y Viamed, así como en otras clínicas independientes, contando con gran implantación en casi todo el territorio nacional. “Soy muy partidario de las alianzas. Ayudan mucho a crecer. Ellos tienen el espacio y nosotros el conocimiento y la tecnología. Es una relación en la que ganamos todos, incluidos los pacientes”, apunta. Podoactiva mantiene el control de la gestión y del personal de estas unidades. Y las clínicas pueden ofrecen un servicio más a sus clientes.
Deportistas de élite. La empresa presta sus servicios a más de 1.000 deportistas de élite. Esta actividad supone en torno al 15% de sus ingresos, pero son más importantes otros beneficios. Por un lado, permite probar sus productos en condiciones de máxima exigencia, obteniendo un aprendizaje que luego puede trasladar al resto de clientes. Por otro, le otorga una notoriedad en medios y un prestigio que atrae a nuevos clientes. “Un deportista de élite que ha probado nuestros productos es un escaparate impresionante. Sólo con poner un tuit, llega a cientos de miles o millones de personas. También intentamos hacer alianzas con las federaciones deportivas, que nos hacen llegar a un público muy concreto e importante para nosotros”, remarca.
De Ronaldo al resto de los mortales
Hace cinco años, Víctor Alfaro consiguió una cita con el doctor José María Villalón, jefe médico del Atlético de Madrid. Fue a la ciudad deportiva, le explicó lo que hacían y consiguió que un jugador probara sus plantillas. El test convenció a todos y Podoactiva es proveedor de biomecánica del equipo madrileño. Lo mismo sucedió con el Real Madrid un año después –, la selección española de fútbol, la Federación Española de Golf y de Atletismo…
Muchos equipos y deportistas cuentan con sus servicios: Zaragoza, Bilbao, Liverpool, CSKA de Moscú, Valencia Basket, CAI Zaragoza, Jesús Ángel García Bragado, Nicolás Almagro, etc. En cualquier caso, el negocio principal de Podoactiva se encuentra en el resto de los mortales, es decir, deportistas amateur, niños y personas de edad avanzada. Para la vida diaria, ofrece servicios de podología (quiropodología, podología geriátrica…) y estudio biomecánico de la marcha.