“La bailarina es el calzado casual para la chica que va arreglada y no le gusta llevar zapatillas o sandalias”, puntualiza Bell. Y en el catálogo de la marca Pretty Ballerinas también incluye la línea Pretty Young Princess, su gama para niñas.
Pretty Loafers es su nueva marca de mocasines. “Es la alternativa a la bailarina. Es un producto que está al alza y que lleva tanto tiempo en el mercado que va a estar siempre. Este tipo de zapato es tan casual como la bailarina, aunque no tan femenino, sino que ofrece una cara más dura. Por eso, la imagen de la web, el catálogo y la publicidad son un poco más agresivas”, explica. Esta enseña cuenta con una pequeña colección para hombre, presentando tres o cuatro modelos cada temporada. “Si los clientes (las tiendas) lo piden más, haremos más. Pensábamos que no se podía vender a hombres zapatos con marca Pretty y con un logo de una flor rosa, pero se vende”, comenta. Las otros dos marcas son Mascaró y Úrsula Mascaró. “Mascaró es un zapato para la señora que sigue las tendencias de la moda, pero que es clásica. Está muy bien hecho, con los mejores materiales, los que usan grandes marcas como Louis Vuitton, Hermes, etc. Y Úrsula Mascaró es marca de moda, que sigue las tendencias más fielmente”, precisa el director de Expansión.
En cualquier caso, el target de sus marcas es similar. La principal diferencia se basa en los gustos personales. “Por precio, nos dirigimos a una mujer de nivel de vida medio-alto o alto. Y vendemos mucho a personas del nivel económico más alto. A la misma clienta que compra un bolso Chanel, también le gusta nuestras bailarinas porque son bonitas y más cómodas que las de las grandes marcas”, afirma el director de Expansión. Las cuatro firmas se venden en más mil tiendas multimarca de todo el mundo.