Tras más de una década, Telelavo sigue sorprendiendo con un modelo de negocio rompedor que ya ha conquistado a más de 50.000 clientes de toda España. Su forma de entender el sector de la lavandería ha provocado una verdadera revolución, democratizando el servicio de colada a domicilio y haciéndolo mucho más fácil, sostenible y económico.
Hemos analizado las claves de su éxito y hemos hablado con tres de sus emprendedores que nos han contado en primera persona cómo su innovador servicio, que pone en jaque a la lavadora doméstica y a la antigua tintorería, ha llevado a la cadena de lavanderías a experimentar un imparable desarrollo con un crecimiento exponencial en los últimos años.
Servicio innovador con tecnología de última generación
Telelavo ha cambiado la forma de hacer la colada gracias a un protocolo operativo propio, totalmente disruptivo en la industria de la lavandería, que recoge semanalmente la ropa sucia, la lava, cose cualquier desperfecto, la plancha y entrega a domicilio en menos de 48 horas con una tarifa plana mensual.
De la mano de la tecnología y una metodología propia de trazabilidad de las prendas, han creado un proceso exclusivo al que denominan ‘El Reloj Telelavo’. Este sistema, con más de 10 años de perfeccionamiento y especialización en el cuidado de la ropa, garantiza la perfecta replicabilidad del modelo, junto con la formación y profesionalización de sus empleados, a los que llaman artesanos.
“Apoyamos a nuestros clientes y a la comunidad a través de un proceso único de sostenibilidad y eficiencia energética, dándole la posibilidad a emprendedores, empresarios y personas a formar parte de este cambio de paradigma en la higiene de la ropa”, comenta Óscar Rodríguez, director de operaciones de Telelavo.
Así, Telelavo se ha consolidado como como una gran plataforma para emprendedores que ofrece un proceso de trabajo eficaz y eficiente que garantiza el éxito.
Los Telelavos, su mejor carta de presentación
Irene, Francisco y Ana son inversores en Telelavo con establecimientos propios en Villaviciosa de Odón, Pozuelo de Alarcón y Jaén capital, respectivamente. Su modelo de negocio les conquistó desde el principio y hoy son verdaderos convencidos de que hacer la colada en casa tiene los días contados. Ellos nos cuentan las claves del éxito de este novedoso servicio, los principales retos a los que se enfrentan y el balance que hacen de esta andadura juntos.
Irene Menéndez abrió su Telelavo en la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón hace ya cuatro años. Ella misma nos cuenta que hace falta una buena gestión para brindar un servicio con tanta calidad a tantos hogares. “Es un modelo que cuesta arrancar, pero el cliente, una vez que lo prueba, le resulta difícil prescindir de este servicio. Actualmente, nuestro cliente más antiguo lleva con nosotros desde que abrimos en septiembre de 2019. Pero no es el único: el 40% de nuestros clientes llevan más de dos años con el modelo de tarifa plana”, comenta Irene.
Y añade: “Entre nuestros clientes de tarifa plana la media es una cuota de 104,15€ al mes; actualmente, tenemos alrededor de noventa y cinco suscripciones, lo que significa que estas noventa y cinco familias han dejado de lavar y de planchar en casa”.
Lo realmente novedoso de este modelo y muy tranquilizador para el inversor es que, en el momento de la apertura, el día 1, ya cubren costes operativos, según nos cuenta Irene. Ella tiene como principal objetivo alcanzar 120 tarifas planas en su localidad, que sería algo así como el 1% de los hogares de Villaviciosa de Odón. “Un objetivo bastante bajo para un local de 75 m2, pero que nos permite una gestión muy estable, con ingresos recurrentes y mínimas incidencias, que a nosotros como pequeños/medianos inversores nos da mucha tranquilidad”, según sus propias palabras.
“Si bien este año hemos rondado el 21% de beneficio operativo, para el primer trimestre del 2023 prevemos una rentabilidad del 33%, con tan sólo cuatro empleados”, concluye Irene.
Se cuida hasta el último detalle
Francisco Laínez, con local en Pozuelo de Alarcón, Madrid, afirma que Telelavo es un modelo que no necesita grandes volúmenes de clientes: “Logramos ser rentables con una clientela de 80 domicilios y 20 empresas que consumen el servicio de forma recurrente. Como no tenemos rotación de clientes, hemos tenido muy poca necesidad de inversión en publicidad. Prácticamente, no hemos realizado actividad publicitaria desde la apertura y, aun así, hemos experimentado un crecimiento constante”, nos cuenta.
Los propietarios de la red coinciden en que en Telelavo cuidan hasta el más mínimo detalle, tanto del servicio, como de la relación con el cliente, llegando a niveles de confianza muy altos, y esto les permite adaptarse a sus necesidades. Francisco sostiene que es un servicio muy completo y que los clientes lo entienden como un cambio de paradigma.
“Tenemos poca rotación de empleados, la mayoría llevan con nosotros desde el inicio. Considero que nuestros empleados se forman y logran tener un oficio que desarrollan en un puesto de trabajo cómodo. Además, el margen de beneficio es alto, dado que el sector de los servicios tiene una gran rentabilidad. Al igual que el margen de crecimiento, sin aumentar nuestros recursos humanos, considero que seríamos capaces de aumentar nuestra facturación en, al menos, un 20% respecto a lo actual. Y lo mejor es que la inversión inicial no es muy alta, y está por debajo de la media del sector de la franquicia”, declara Francisco.
En la situación actual, a Francisco le asustaba la subida en el gasto energético, pero nos cuenta que no se han visto prácticamente afectados. “El gasto en suministros no supera el 10% sobre la venta, y permanece estable: basta con optimizar los recursos”, comenta.
Realmente, emplean la economía de escala, por lo que el gasto energético que producen es mucho menor que si cada cliente realizara la colada en su casa, además de que las máquinas de Telelavo son más eficientes: menos agua, menos luz, menos gasto.
La tintorería del barrio
Pero, más allá de Madrid, Telelavo también marca las pautas del éxito, ya que es un modelo tenaz, capaz de adaptarse a cada una de las zonas a las que llega. Esto es lo que nos cuenta Ana Díaz, de Jaén, cuyo Telelavo se ha posicionado como la tintorería del barrio gracias a un servicio disruptivo de prendas especiales, más ecológico y barato que el tradicional lavado en seco.
“Yo me he enfocado, sobre todo, a las prendas delicadas. Aquellas prendas que habitualmente se trataban en las tintorerías, nuestros vecinos nos las traen porque saben que ofrecemos un servicio de calidad, y que además es ecológico: en lugar de disolventes derivados del petróleo, utilizamos agua y productos ecológicos, para tratar hasta las prendas más delicadas”, comenta Ana. “Hemos llegado a tratar hasta 723 prendas en un mes, más de 30 al día, desde vestidos de novia hasta vestidos de flamenca”, continúa.
Una de las cosas que más aprecia Ana de Telelavo, es que es un modelo capaz de adaptarse al barrio, de cercanía. “Gracias a nuestra amplia cartera de servicios podemos lavar, de forma adecuada el 99% del textil, ofreciendo un servicio muy detallista y de calidad, por lo que hemos logrado ser centro de referencia en el barrio”, concluye.
Habrá que estar atento a sus próximos pasos y a la evolución de esta compañía.