Ten en cuenta estos consejos:
- La primera impresión no es la que cuenta. Olga Pueyo señala que determinados centros “entran por los ojos”, con una imagen muy cuidada y con unas instalaciones, a priori, excelentes. Pero esto no es suficiente para tomar la decisión, advierte.
- El servicio, por delante. Lo que diferencia a un centro es que ofrezca un servicio impecable. Algo que se aprecia en pequeños detalles, explica Pueyo. “Las secretarias, por ejemplo, tienen que mostrar la máxima confidencialidad cuando trabajan con documentos de los clientes. Al recibir un fax, lo pondrán inmediatamente boca abajo, para preservar esa privacidad”.
- Costes claros. Asegúrate qué incluye el contrato.
- Al igual que los plazos. Establece el tiempo que vas a permanecer en el centro. “Y en caso de duda, firma por menos tiempo”, señala Óscar López.
- Siempre visible. El centro debe estar en una zona estratégica, poseer comunicaciones adecuadas y fácil de encontrar. Además, tendría que ofrecer elementos como luminosidad y amplitud, que hagan sentirse cómodos a los inquilinos. Y es que algunos son todo lo contrario “oscuros y agobiantes”, alerta Sánchez.