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01 Abr, 2023

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Arranca con una economía de guerra
Para Josep Bertrán, director de programas de EAE y profesor de finanzas de la Universidad de Barcelona, “si puedes empezar con cinco no inviertas 10. No se puede ser muy optimista, hay que se realista y prudente”. Si puedes iniciar la actividad desde casa, hazlo. Si puedes contratar servicios fuera, hazlo. Si puedes alquilar el equipo en vez de comprarlo, hazlo. El objetivo final es tener los menores costes fijos posibles, sobre todo al principio, para aumentar tu productividad y reducir los riesgos. Fórmulas financieras como el leasing, la variabilización de costes, el crédito-cliente o los créditos con proveedores pueden ser opciones interesantes.

Una cartera de clientes previa
Para quienes quieran trabajar en el sector del que proceden (una de las situaciones más habituales), los expertos recomiendan aprovechar sus contactos anteriores para intentar conseguir clientes. Incluso uno de ellos puede ser la empresa para la que trabajaban. Pueden hacerle un planteamiento del tipo de “aquello que hacía por ti dentro de la organización, lo puedo seguir haciendo fuera. Es una forma sencilla de captar al primer cliente”, recomienda Jordi Vinaixa, profesor de Creación de Empresas de ESADE.

Ten presente las necesidades reales del mercado.
Según Pablo González, socio-director de People Excellence, un error habitual en el emprendedor por necesidad es “creer que como domina un sector, conoce el mercado. Hay que atender al cliente y comprender sus necesidades”. No olvides que a partir de ahora serás el director general, el director técnico y el director comercial.

Es una realidad que debes asumir cuanto antes, con lo cual, si no tienes habilidades comerciales, te interesa potenciarlas: empieza por desarrollar la escucha activa, busca la diferenciación, aprende a detectar la necesidad del cliente, empatiza con él…