1995. Miguel Ángel Díez se licencia en Periodismo. El panorama es desolador, con mucho desempleo en la profesión, y sin contactos a los que recurrir. Ante tales expectativas, Díez crea, junto a dos compañeros de carrera, una empresa. La bautizan como Red@ccion.es y se dedican a impartir cursos a periodistas sobre Internet.

La aventura sólo dura nueve meses. “Uno de los principales errores fue que ninguno se implicó al 100% en el negocio”, afirma tajante este emprendedor. Lo cierto es que los tres amigos y socios compaginaban la gestión de la compañía con la búsqueda de trabajo, lo que repercutía negativamente en la atención que le prestaban. De hecho, cuando recibieron ofertas laborales abandonaron el proyecto.

El principio del fin
Díez rememora el instante en el cual vislumbraron que habían cometido un error de cálculo. Fue cuando empezaron a visitar las redacciones para ofrecer su producto y se toparon con una reacción poco receptiva. “Nos encontramos con sitios donde el único ordenador con Internet estaba arrinconado, por lo que era evidente que ahí no prestaban demasiada atención a las enormes posibilidades de la Red”. A esto se sumaba la cara de sorpresa y desconocimiento de no pocos directivos al escuchar sus propuestas. Como reconoce Díez, aquí incurrieron en un error de libro, al no realizar un exhaustivo estudio de mercado. “Nos equivocamos al meternos en el proyecto sin haber tenido un bagaje anterior en el mundo de la empresa”, asume.
Las lecciones aprendidas en éstas y otras experiencias negativas han sido recogidas ahora por Miguel Ángel Díez en Red Karaoke, su última iniciativa, centrada en una red social para aficionados al mundo de la canción: “Tenía claro que no cometería los mismos errores”.