Un empresario lento es un empresario muerto. El actual entorno empresarial obliga a hacer un ejercicio de adaptación permanente a los continuos cambios que, hoy más que nunca, se producen día tras día en el mercado: los cambios cada vez más rápidos en los gustos de los consumidores, la irrupción de nuevos competidores, las exigencias de las nuevas tecnologías… El empresario que no vea esta realidad y no se adapte, un día sí y otro también, a las mutaciones del mercado, lo va a pasar mal y puede decirse que tiene los días contados.
MARKETING PARA INTELIGENTES
Esta es la tesis fundamental, corroborada por decenas de ejemplos, del libro Speed Marketing, escrito por nuestro subdirector Fernando Montero (el que se ríe en la foto) y editado por Planeta Empresa con la colaboración de Emprendedores. A lo largo de más de 200 páginas, se recoge el Decálogo del Speed Marketing (las reglas de oro de esta estrategia) y 40 de las técnicas de marketing emprendedor que más eficacia están demostrando. Todo ello completado con la experiencia de más de 40 ejemplos prácticos de audaces emprendedores que las han aplicado con gran éxito. El libro ya está a la venta, y puedes adquirirlo en nuestra tienda online.
Aviso para navegantes: no confundas ‘rapidez’ con ‘precipitación’. La rapidez, mal entendida, puede llevarnos a cometer errores. Hay que ser rápidos, sí, pero tomando decisiones muy meditadas. Y una vez que lo tenemos claro, aplica la estrategia con rapidez. ¡No hay tiempo que perder! ¡La competencia está siempre al acecho!
SOBREDOSIS DE TALENTO
¿De dónde salen todas estas estrategias de marketing inteligente? Pues ni más ni menos que de las experiencias de nuestros emprendedores más imaginativos. Por las páginas del libro desfilan personajes de muchísimo talento que nos regalan consejos impagables: Javier Pérez Dolset (Grupo Zed), Kike Sarasola (Room Mate), Xavier Gabriel (La Bruixa d’Or), Carlota Mateos e Isabel Llorens (Rusticae), Javier Goyeneche (Fun & Basics), Víctor González (Next Limit) o Custo Dalmau (Custo), entre otros muchos. ¡Oro molido! ¿Hay quien dé más?
