Este multiconcepto está formado por un restaurante, escuela de cocina y tienda de productos gourmet. La inversión inicial fue de 100.000 euros. “Al principio pensamos en una tienda delicatessen, sin embargo, el negocio empezó a funcionar gracias al servicio de catering a los yates”, señala Marc. En 2007, dos años después de haberse constituido Fosh Food, realizaron una reforma del local, de 200 metros cuadrados, que ha supuesto un inversión de 140.000 euros y el actual multiespacio. “Tuvimos el concepto más claro”. El resultado fue la ampliación de la barra y el comedor. En un espacio funcional, diáfano, Fosh Food fusiona el restaurante (“sólo damos comidas al mediodía”), la tienda de productos gourmets y vinoteca (“contamos con una gama de marca blanca de 10 productos entre arroces, aceites, sales…”) y la escuela de cocina.
Tras la reforma, se ha reducido el espacio de la tienda en beneficio de la escuela de cocina, integrada en el restaurante-cafetería. Estas dos áreas ocupan el 60% de la superficie del local; el resto, la barra, el take away (comida para llevar) y la venta de productos. Fosh Food factura un millón de euros y emplea a siete personas. “Contamos con la ventaja de que es un concepto polivalente, con un equipo humano, pequeño e intercambiable entre las diferentes áreas de negocios. Todos pueden hacer de todo”.
