La separación de un socio es lo más normal en una startup. Se empieza con dos, tres, cuatro socios y al final siempre hay gente que no aguanta y se tira del barco antes de empezar. Por eso es importante el pacto de socios. “Cuando la salida es en fase embrionaria, antes de una ronda de financiación o antes de consolidar el modelo, es importante que haya una pérdida de la participación del socio que se va. En esa fase, lo que recomendamos es que se le devuelva a ese socio lo que ha puesto hasta ese momento, a veces se le pone un tipo de interés y pierde sus acciones. Es una opción de compra de sus participaciones sociales. Si no va a colaborar en el desarrollo del negocio, ¿por qué vas a tener que repartir a partes iguales? Si sois dos, ¿le vas a dar el 50% de lo que desarrolles por hacer nada?”, plantea Xabier Álvarez.
¿Por qué se pacta?
“Nosotros nos hemos encontrado con una empresa en la que uno de los socios iniciales que tenía un 17% en la empresa, mientras se estaba negociando una ronda de financiación, dijo que se marchaba. Y no habían hecho un pacto de socios. Dijo: O me pagáis las participaciones al precio de ronda o vengo a boicotearos todas las juntas. En este caso, estábamos hablando de unos 200.000 euros. La clave está aquí: O le pago 200.000 euros o voy a tener aquí a un tío con un 17% que no ha participado en desarrollar esto apenas y al que la empresa le interesa entre poco y muy poco. Al final negociaron y le pagaron 46.000 euros.
Y, ojo, porque aquí los socios no pusieron más
que el dinero necesario para llegar a los 3.000 euros. Después de tres meses, por no tener un buen pacto de socios, sin mecanismos para regular la salida de los socios en fase inicial, le han tenido que pagar por nada”, pone como ejemplo este experto.
“Esto es muy habitual y siempre lo recomendamos: hasta un hito equis (por ejemplo, el desarrollo del Producto Mínimo Viable y la salida a mercado), el fundador que se vaya se ve obligado a “devolver” las participaciones (el dinero que puso como mucho). A partir de ahí, se pueden poner varios hitos hasta que llegado un hito X no tiene por qué venderla. Por ejemplo cuando la sociedad ya ésta estabilizada y el trabajo de los fundadores tiene ya menos relevancia”, sugiere este abogado.