Qué hacer si queremos desarrollar nuestro proyecto, no tenemos el capital necesario y no encontramos una entidad financiera que nos apoye? La solución de toda la vida ha sido recurrir a los familiares y amigos. Pues es el crowdfunding es lo mismo pero ampliando el círculo a tu comunidad, seguidores, redes sociales... Es microfinanciación masiva a través de la Red.
Uno delos grandes hitos del crowdfunding nacional ha sido la película El cosmonauta, que ha conseguido 320.000 euros. Hay otros ejemplos económicamente más modestos, pero también significativos, como el cómic Brigada de Enrique Fernández, que ha reunido más de 50.000 euros (solicitaba 39.000 euros), el disco Nunca es tarde, de Canteca de Macao, que levantó más de 23.000 euros, o la versión digital de Periódico DIAGONAL, que logró unos 19.500 euros. Aún con excepciones como éstas, los propuestas presentes en las plataformas españolas de crowdfunding rara vez se marcan objetivos por encima de 6.000 euros.
En el marco internacional, la cosa cambia. El ejemplo más espectacular es el de Pebble, un reloj personalizable y que interactúa por bluetooth con nuestro smartphone. Los creadores pedían 100.000 dólares ¡y consiguieron más de 10 millones!
Donaciones de micromecenas
El crowdfunding convencional se basa en la aportación de pequeñas cantidades a cambio de ciertas recompensas. Los creadores que necesitan fondos exponen su idea para que quien lo encuentre atractivo, haga su aportación.
Dependiendo del importe de esa donación, la recompensa será distinta. Por ejemplo, el montaje Tempestad de la compañía teatral Barco Pirata –que obtuvo 4.300 euros a través de Verkami.com– ofrecía entradas para sus representaciones, asistencia a un ensayo privado y merienda con los actores, merchandising o incluso figurar en el programa de mano. La compañía de miniaturas Tercio Creativo, que financió la edición de su juego de mesa 1650. A Capa y espada (consiguió casi 13.000 dólares con la estadounidense Indiegogo.com), enviaba el juego y otras recompensas como miniaturas exclusivas.
Es decir, en el sistema clásico el donante aporta un dinero a cambio de un beneficio, lo que no supone que se convierta en accionista. Existe otro modelo más evolucionado (con plataformas como TheCrowdAngel.com o Seedquick.com) que sí supone la incorporación al proyecto de inversiones que pasan a ser accionistas.