Avestruces El Rincón: un negocio para el que no ha existido la crisis
“El avestruz es el animal más tonto que conozco”, asegura Hortensia Sanfélix, gerente de Avestruces El Rincón, criadero de esta ave, ubicado en la Comunidad Valenciana, en el que lleva trabajando 20 años y en cuyas instalaciones ha invertido 400.000 euros. Pero, por suerte, no es de la torpeza del animal donde consigue la rentabilidad, sino gracias a la venta de carne, huevos y pieles del avestruz. “La carne es tierna, suave, rica en proteínas y con pocas grasas”, destaca.
Esta granja es una de las pocas que se ha mantenido en pie después del boom de este animal en los años noventa. Pero, ¿Qué pasó? Especulación y desconocimiento del sector, a grandes rasgos. “Se planteó como una inversión barata y de alto rendimiento en corto plazo. Eso era mentira. Fue una campaña de marketing procedente del norte de Europa para quitarse el excedente de animales que tenían”, argumenta Sanfélix. “Invirtieron en este negocio personas con profesiones liberales que no entendían de avestruces y tuvieron que cerrar”, afirma.
El problema se agudizó más con la llegada de la enfermedad conocida como mal de las vacas locas en 2001. “A priori se pensó que el negocio del avestruz, al tratarse de un ave, resurgiría. El error fue que se mataban todo tipo de avestruces, jóvenes, reproductores y mayores, la calidad de la carne fue malísima y tuvieron muy mala fama. La venta de la carne buena es la de un año”, asegura.
Y entre esta vorágine de sucesos, ¿cómo ha hecho Hortensia Sanfélix para crear un negocio rentable? De llevar una copistería a montar una granja, se trasladó de la ciudad al campo para cuidar a sus avestruces. “Mi fe en el negocio fue fundamental para seguir adelante”, asegura. “En la granja tenemos una sala de despiece donde trabajamos carne de canguro, cebra, camello, cocodrilo y llama, que importamos a través de Francia. Necesitamos el apoyo de esta actividad para sustentar los avestruces, aunque toda nuestra producción se vende y no necesitamos publicidad en la radio”, esclarece Sanfélix.
¿Hay sitio para nuevos ganaderos? La respuesta es sí, pero no sin antes cumplir una serie de requisitos. “Lo primero es conocer a fondo a los avestruces y, por supuesto, tener unas instalaciones acordes para esta ave. Necesitan un vallado especial para que no entren otros animales”, explica Sanfélix. “Además, debes tener en cuenta que es un negocio a largo plazo, por ejemplo, el macho no monta a la hembra hasta los tres años”, concluye.
The Wolf House: una mascota con la que vas a llamar la atención
¿Te gustaría tener un lobo de mascota, al estilo Stark en Juego de Tronos? Esa amistad inquebrantable entre el animal y su dueño es posible gracias a The Wolf House , criadero del perro lobo checoslovaco, localizado en la Comunidad de Madrid. Sí, exacto, es un perro, pero por su aspecto físico y su comportamiento tiene un gran parecido al lobo. De hecho, su origen fue un cruce entre un pastor alemán y lobos de los Cárpatos.
Viendo el atractivo que podría generar este animal entre el público, Carlos Fragua, Luisa Fragua y María Rosa González fundaron esta empresa en 2012 destinada a la cría y venta de cachorros. El precio aproximado es de 1.000 euros por ejemplar. “Los canes son expuestos a diferentes estímulos físicos, sociales y ambientales obteniendo así excelentes resultados para su futuro comportamiento. Además, hacemos una selección previa del cliente apropiado para ellos”, explican sus creadores. Estos perros necesitan de un cuidado especial, que tienen un carácter fuerte y dominante, por ello se requieren dueños con experiencia con estos animales.
Antes de poner en marcha el proyecto, los creadores de la manada hicieron un estudio de mercado. “Vimos que la mayoría de los criadores eran particulares con pocos animales y muy pocas camadas anuales”, aseguran. “Decidimos arriesgarnos y apostar por una buena búsqueda de ejemplares para así poder ir creciendo y teniendo, siempre bajo control estricto, un número de camadas al año, obteniendo un precio más competitivo y facilitando así el acceso de los potenciales clientes a disfrutar de esta bella raza”.
En paralelo, si te dispones a montar un criadero de este tipo, tienes que tener en cuenta el factor tiempo. “La atención a los animales requiere de una dedicación absoluta, llueva, truene o nieve, están en un entorno familiar y por tanto necesitan de nosotros para ser felices”. También ten presente el factor económico, “no puede faltar capital para la inversión, hay que cubrir gastos veterinarios tanto habituales como extraordinarios y evidentemente no se puede escatimar en una alimentación de muy alta calidad”, relatan.
Por otra lado, y dada su peculiaridad y aspecto físico, de gran parecido al lobo, hace que estos perros sean demandados para aparecer en películas, series, viedoclips e incluso revistas deportivas o de moda. Este tipo de razas se utilizan como actores para sustituir a lobos, que han aparecido en largometrajes como Colmillo Blanco. También aparecen en cabalgatas simulando a los lobos huargos de la citada serie de Juego de Tronos. “El sueldo de un perro actor está entre 300 euros y 10.000 euros según el tipo de participación en el film”, subraya Augusto Peralta, fundador de Perros para cine , empresa que facilita actores caninos a las productoras.
“Nosotros hemos facilitado la colaboración de nuestros ejemplares en secuencias de cine, de forma gratuita. Creemos que tender una mano hoy tiene su recompensa en un futuro y, además, a nivel de crianza, es un valor añadido para nuestros perros ya que les viene bien vivir estas experiencias para adaptarse a cualquier situación”, concluyen desde The Wolf House.
Medusea: una utilidad poco conocida de las medusas
¿Qué pasa si ves una medusa en el mar a dos metros de ti? Seguramente, saldrías nadando y pondría tierra de por medio. Pero la situación cambia si vemos a estos ilustres compañeros de playa en un acuario, sin peligro de atacarnos. Paradójicamente, “el movimiento de las medusas produce una sensación de relajación que hipnotiza”, explica Ana Gordillo, fundadora de Medusea, empresa de cría y venta de medusas.
Este proyecto nació hace dos años de la mano de esta bióloga. Ella trabajaba en el Oceanografic de Valencia con las medusas. Allí vio la buena acogida que tenían estos invertebrados marinos entre el público, lo que propició que se embarcará en esta aventura.
“El negocio está enfocado a la venta de medusas a particulares y tiendas de animales. También ofrecemos medusarios con luces led que gradúan de color para cautivar al cliente”, comienza explicando Gordillo el concepto de negocio de la empresa. “Además queremos incorporar los medusarios en eventos, salas de espera, inauguraciones y hoteles, ya pusimos un acuario en el spa El Parador El Saler con resultados muy positivos”, asegura.
Unicamente está comercializando la medusa Aurelia Aurita porque es más fácil de criar. Además no son urticantes. Los clientes están a salvo de picaduras. “En general estos animales necesitan menos cuidados que los demás seres vivos marinos, no ensucian tanto y solamente hay que quitar la comida sobrante”, detalla Gordillo. “Nuestro objetivo a corto plazo es ir introduciendo nuevas especies de medusas en la medida en que se vayan conociendo por los clientes”.
A priori, este negocio es sencillo de montar y no necesita inversiones de capital elevadas para comenzar la actividad (un acuario de medusas cuesta 1.200 euros). Medusea dispone de 6 acuarios donde caben 150 medusas en cada uno, “aunque con dos acuarios de 90 litros es suficiente”. El gasto en personal también es mínimo, en esta empresa únicamente son dos, aunque reciben apoyo de una gestoría.
Este negocio, aun virgen en España, con únicamente dos empresas en el sector, ha sido testado en el extranjero, concretamente en Estados Unidos y Reino Unido, donde las medusas llevan casi una década vendiéndose a particulares y empresas, según afirma Gordillo. Es por eso que la labor de conocimiento de este producto es clave para su crecimiento. “Al ser animales poco conocidos hemos hecho un manual que explica todas las peculiaridades de las medusas. Hay que acompañar al cliente para que no se sienta perdido y tener una fuerte presencia en redes sociales”, aconseja la bióloga.
Camellos Fataga: un negocio en el desierto
Quien tiene un camello, tiene un tesoro. Sí, este animal exótico alberga grandes ventajas para quien lo posea, pero resulta casi imposible comprarlo actualmente en África y trasladarlo a Europa, debido a que la mayoría de los países portadores de camellos, en general árabes, no reúnen las condiciones sanitarias de la Comunidad Europea para su venta. Por tanto, a menos que quieras ejercer la actividad en África o Asia, las posibilidades para entrar en el negocio de los camellos son mínimas.
Pero, el sector florece para aquellos emprendedores que se hicieron con partidas antes del cambio de leyes. Es el caso de Francisco Jiménez, director de Camellos Fataga, que dispone de alrededor de 120 ejemplares en la isla de Gran Canaria. “Llevo en este sector 40 años y es un negocio rentable”, explica este ex especialista de cine en el parque temático Siuox City de Gran Canaria. “Los camellos son fáciles de cuidar, comen el 25% de lo que come una vaca y apenas necesita agua”, detalla Jiménez.
¿Y cómo se consigue rentabilidad? “Sacándole polvo a la humedad”, aclara Jiménez. La primera vía de ingresos y la más sencilla es el turismo. Las excursiones con camellos es un atractivo para cualquier turista que desee dar un paseo a lomos de estos herbívoros. Además, “en vez de sacrificar al camello cuando ya no sea útil, es posible aprovechar la carne para consumo humano y venderla sobre todo a la comunidad musulmana”, explica. Del camello también se puede aprovechar los excrementos para estiércol y la orina para la investigación contra el cáncer, “donde se han obtenido excelentes resultados”, revela.
¿Leche de camello? ¿Por qué no? “La leche de cabra se vende a 60 céntimos, la leche de camello está a 14 euros. Es un mercado que se encuentra operativo en Holanda y en muchos países árabes, la demanda de este producto es creciente”, especifica. Además, si lo combinas con chocolate “el resultado es exquisito. En Dubái hay 3.000 camellas produciendo leche únicamente para exportar leche con chocolate”.
El objetivo de este criador de camellos es ir un paso más allá y se dispone a producir yogur con leche de camello. “La leche fermentada convertida en yogur tarda más en estropearse y es más fácil su conservación que la leche normal. Además, su precio en el mercado se dispararía”, concluye Jiménez.
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