Según el Informe Especial GEM sobre Emprendimiento Femenino, las mujeres emprenden más por oportunidad que por necesidad. El 70% de las féminas, de hecho, crea su propia empresa porque ha detectado un hueco en el mercado. Y lo que es más, el 50% de las empresarias cuenta con estudios superiores.
Más posibilidades de éxito.
Las emprendedoras arrancan así con más posibilidades de éxito en sus negocios que los hombres y se sitúan en las antípodas de lo que sucede, en general, en el mundo emprendedor: la mayoría lo hace por necesidad (de ahí que el emprendimiento auspiciado por el paro y la falta de ingresos se duplicara durante la crisis) y la mitad lo hace sin formación superior. Es una de las principales debilidades del ecosistema emprendedor español, si tenemos en cuenta que el 60% de quienes echaron el cierre a su negocio en 2014 carecía de formación universitaria.
Las mujeres destacan también por su capacidad de ofrecer productos y servicios innovadores en sus negocios, un aspecto en el que se sitúan al nivel de la media europea. Y prácticamente a la par que los hombres.
Acortando distancias.
A pesar de estos datos tan positivos, lo cierto es que todavía queda mucho por hacer para impulsar a las mujeres a crear sus propios proyectos. España está muy lejos de las tasas de emprendimiento femenino que existe en el resto del mundo: apenas representan un 4,5% del ecosistema emprendedor español, frente al 11% que suponen a nivel mundial. En número totales, en España hay 650.000 mujeres emprendedoras; en el mundo representan ya 128 millones.