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04 Jun, 2023

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Nomo Concept

¿Sociedad limitada... qué?

Nomo Concept

“Yo soy arquitecto, pero el objeto de la empresa no es el de un estudio de arquitectura, sino de management, consultoría y asesoría integral. Cuando fuimos a presentar la documentación a la ventanilla única, se empeñaban en que tenía que ser una SLP (Sociedad Limitada Profesional) por el hecho de ser arquitecto”, empieza explicado Ramón Jiménez, fundador de Nomo Concept.

Las sociedades limitadas profesionales son una figura que entró en vigor en 2007. Se crearon para regular la manera de prestar servicios profesionales (arquitectos, médicos, abogados…), que hasta entonces se prestaban de manera individual. Una de las principales diferencias entre esta y la sociedad limitada es que en la SLP tres cuartas partes del capital social tienen que pertenecer a un socio profesional. “¡Y en nuestro caso ni siquiera era así! Sólo el 51% era mío, el socio profesional”.

Aun así, y tras el empeño de las ventanillas de turno, en el Registro Mercantil incluyeron la empresa como Nomo Concept SLP. “Nos preocupaba que la denominación de SLP afectara en nuestros negocios en el exterior. Ya habíamos empezado a mirar cosas y, por ejemplo, en Colombia nos decían que qué era eso de la SLP. Pero bueno, en las ventanillas nos comenetaban que era una tontería, que no pasaba nada… Nos dimos cuenta de que lo era cuando en el propio documento del registro vimos la contradicción. ‘Los socios (…) constituyen la compañía mercantil de nacionalidad española de responsabilidad limitada Nomo Concepto SLP, con cuya denominación no existe ninguna otra registrada. Y punto y aparte, los socios fundadores solicitan que en el nombre no aparezca SLP’. Intentamos cambiarlo en el momento, pero ya no podíamos. Es lo kafkiano del asunto: haces un registro, quieres cambiar un detalle ipso facto y ya no te dejan”, cuenta. “Ahí nos entró un pequeño ataque de histeria… cualquier cambio son 100 o 200 euros y sueles ir midiendo el dinero. Al final, fuimos al notario y nos hizo un papel diciendo que el nombre del Registro Mercantil estaba confundido y había que modificarlo. Nos cobró muy poco porque le daba la risa”.

Jiménez y su mujer, Norelis Romero, los fundadores de la empresa, perdieron varias semanas, pero finalmente se constituyeron como Nomo Concept SL. ¿Moraleja? “Si vas a montar una empresa, vete haciendo los trámites. Y no pierdas el tiempo intentando conseguir nada del Estado”.