Oportunidades de negocios
Un tercio de los mayores presenta algún grado de dependencia para desarrollar sus actividades diarias. Si a esto añadimos los cambios sociales que hacen necesaria la búsqueda de soluciones profesionales, queda patente el gran campo de actuación que se abre para el negocio asistencial, en todas sus formas y modalidades de negocio: ayuda domiciliaria, teleasistencia, servicios residenciales, productos para mayores, las principales.
Las oportunidades que ofrece este sector son todavía mayores en los tiempos que corren. Como opción ante la grave situación laboral muchas personas deciden acceder al autoempleo, y los servicios de asistencia a mayores representan una alternativa atractiva.
Autoempleo a domicilio
Es también un segmento que atrae a emprendedores de diferentes perfiles y aptitudes. Desde personas sin experiencia profesional en este campo, pero atraídas por la oportunidad de negocio, hasta profesionales conocedores de los pormenores de esta actividad, algo muy importante para poder garantizar la profesionalidad y el buen hacer de todo el equipo.
Además, el deseo de envejecer en casa (cerca del 90% de los mayores dependientes permanecen en su domicilio) y el ahorro con respecto a las fórmulas residenciales conocidas, están impulsando la demanda de los servicios de asistencia a domicilio (SAD) muy por encima de cualquier otro sistema de atención.
Y todavía queda mucho recorrido porque sólo el 4,39% de los mayores de 65 años cuenta con un servicio de ayuda a domicilio, por lo que este nicho está destinado a crecer en los próximos años.
Servicios
Se trata de tareas domésticas (limpieza del hogar y compra) y cuidados personales (higiene, ayuda físico-motriz, estimulación, control de la medicación, etc.). También pueden ofrecerse servicios de integración en el entorno (paseos, visitas a familiares o amigos, asistencia a espectáculos y actividades para el mantenimiento de las facultades cognitivas), así como otros servicios especializados (enfermería, fisioterapia, podología y logopedia, por ejemplo).
El SAD puede prestarse por horas, jornadas completas, en días laborales, festivos y fines de semana; en el domicilio, residencias u hospitales.
Personal
Su profesionalidad, nivel de compromiso y empatía con los clientes son claves para el éxito. Trabajadores sociales, gerocultores, auxiliares de enfermería y de ayuda a domicilio son los perfiles típicos de esta actividad.
Hay que poder contar con la colaboración de médicos especialistas, psicólogos, fisioterapeutas, podólogos… Los costes salariales representan más del 80% del total.
Publicidad
La mejor publicidad es la recomendación espontánea de los clientes. En los comienzos es recomendable llevar a cabo varias acciones para alcanzar notoriedad mediante un mensaje claro centrado en los aspectos diferenciales y en el posicionamiento.
Anuncios en prensa, guías comerciales, portales de recursos sociales, página web propia, marketing directo, reparto de propaganda en lugares estratégicos y, sobre todo, potenciar las relaciones públicas (notas de prensa, asistencia a eventos sectoriales, ganar prestigio y reputación como expertos del sector o cultivar las relaciones con prescriptores).