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24 Mar, 2023

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Jesús Villar, de Yncide, lo tiene claro: “Mejor que te anticipen en dinero si pueden hacerlo que avalarte ante un crédito bancario”. Sin embargo, Javier Quintana se sitúa en el lado contrario. “Entiendo que es mejor avalar la gestión con tu patrimonio familiar que el desembolso efectivo del dinero, aunque suponga un coste mayor. Avalar significa hacerte cargo de las deudas del prestatario hasta que alcanza tu patrimonio, no más”.
Patricia López relativiza la cuestión. “La ventaja que tiene el aval es que si el empresario va pagando las deudas contraídas, el familiar se queda como está, no adelanta nada.

El problema surge cuando no paga. En este supuesto, el avalista, además de tener que responder con sus bienes, tendrá que ir abonando los gastos ocasionados por la demora y una serie de tramitaciones”. Para la profesora de Derecho Civil en la Uned, “en cualquier caso, habría que analizar el talante de cada uno porque, en ocasiones, el hecho de estar avalado por tu padre puede ser el mejor estímulo para trabajar mientras que, en otros, puede impulsar la dejadez”.