La de Carlos Gorostizaga y Boost World es una historia de valentía. Después de haber sufrido un accidente de tráfico hace casi 30 años, por cuyas secuelas está obligado a realizar una media hora de ejercicio diario, su entrenador personal dejó de poder atenderle durante los confinamientos decretados al principio de la pandemia.
“Todo lo que había ganado en los últimos 30 años, lo empecé a perder en apenas 15-20 días. A partir de entonces, pensé en cuánta gente tendría que estar en mi situación, no solo por necesidad, sino también por aversión a lo que es el deporte porque no les motiva. Todos sabemos los beneficios de hacer deporte, pero hay una barrera: cómo percibimos el esfuerzo, que, en ocasiones, es poco gratificante”, explica Gorostizaga.
Así, este emprendedor dejó atrás su trabajo para dedicarse por completo a Boost World, una plataforma de actividad física con un alto componente tecnológico, enfocada a mejorar la motivación hacia el deporte de, sobre todo, personas mayores de 40 años, personas con discapacidad o, simplemente, personas que no encuentran el impulso necesario para ser constantes con el ejercicio.
Esta idea le ha valido a Carlos Gorostizaga y Boost World para ganar el Premio Por Talento al Emprendedor con Discapacidad que la revista Emprendedores concede de la mano de Fundación ONCE e Inserta Empleo, con el apoyo del Fondo Social Europeo [en la foto, de izda. a dcha., Alejandro Vesga, director de Emprendedores; Sabina Lobato, directora general en Inserta Empleo/Fundación ONCE; Carlos Gorostizaga y Mago More, presentador del evento]. “Realmente, el esfuerzo realizado merece la pena, no solo por el reconocimiento en sí, sino porque ratifica nuestro punto de vista y nos da ese plus de gasolina que nos permite reducir la incertidumbre que es normal a la hora de crear una startup”, afirma el emprendedor.
La tecnología como valor diferencial de Boost World
Aunque la idea de Boost World comenzó siendo una plataforma de contenidos audiovisuales para practicar deporte, se ha terminado convirtiendo en toda una compañía tecnológica, que aplica una evolución del machine learning tradicional al sector de la actividad física, algo inédito en este segmento.
“Utilizamos cinco algoritmos, unos detrás de otros, lo que diferencia el deep learning que nosotros utilizamos del machine learning. Este tiene que gestionar millones de interacciones para obtener un 70-75% de acierto, mientras que, en nuestro caso, tenemos una especie de cerebro digital que con 50 interacciones nos saca un 90-95% de efectividad”, explica Gorostizaga.
Pero, ¿cómo ha conseguido una compañía tan joven como Boost World trabajar con una tecnología tan puntera, a menudo reservada para las grandes corporaciones? “Teniendo la gran ventaja de ser una persona abierta, conocer gente y encontrar un partner tecnológico que dispone de esa tecnología. Lo que hacemos nosotros es invertir con este socio para desarrollar una forma de aplicar esta tecnología al sector de la actividad física”, apunta el emprendedor.
Así, su herramienta permite conocer, a través del móvil u otros dispositivos, como un reloj inteligente, el nivel de motivación sobre la actividad que se está realizando, el momento del día más receptivo para hacer deporte o la eficacia del ejercicio.
“Por ejemplo, si yo me pongo a correr, el sistema va a ser capaz de saber si estoy pensando en lo que estoy haciendo o en la cesta de la compra; para ese ejercicio, va a saber cuál es mi estado de ánimo, y a qué hora del día me siento más motivado para correr, o decirme que hoy es más adecuado para mi motivación hacer otra cosa; y el retorno a nivel perceptivo que nos genera el entrenamiento: si nos gusta, nos frustra…”
A día de hoy, el principal cliente objetivo de Boost World son las grandes cadenas de gimnasios. Gracias a su tecnología, los centros deportivos pueden adelantarse al cliente y saber, por ejemplo, a qué hora es mejor programar una clase u otra o con qué tipo de actividad sus usuarios están más motivados.
Todo ello, sin perder el foco en el segmento de personas con discapacidad, para los que la actividad física es más importante aún. En este sentido, el fundador de Boost World considera que “siempre hay que intentar devolver el apoyo y la ayuda recibida a lo largo de camino. La Fundación ONCE ha creído en alguien como yo, con un proyecto que suena a chino… Sé que vamos a hacer grandes cosas, porque la actividad física es muy necesaria para las personas con diversidad funcional, donde una pequeña mejoría vale mucho más que la de cualquier otra persona”.
Un futuro brillante
Gracias a su tecnología, inédita en el segmento del fitness, los planes de crecimiento de Boost World están al alcance de pocas startups. “Si apuntas al Sol, a lo mejor llegas a las nubes… Pues, estamos apuntando al Sol. Vamos despacito, paso a paso, pero los pasos que estamos dando son cada vez más grandes”, afirma Gorostizaga.
Así, su previsión pasa por abarcar un 1% del mercado mundial en los próximos cinco años, llegando a 1,8 millones de personas de los 185 millones que son clientes de un gimnasio en todo el mundo. Además, el carácter SaaS de Boost World también les permite acceder a todo tipo de empresa, “para que sus trabajadores estén más motivados, puedan hacer actividad física. Esto quiere decir que nuestro presente está marcado por una cuestión de tiempo. Esperamos que poco, para generar valor en todos los centros y cadenas de gimnasios, y no solo en España. Nuestro plan de expansión será orgánico, pero abarca clientes que son multinacionales”, concluye Gorostizaga.