La renovación en La Toná abarca tanto la estética de los locales como la imagen corporativa, que estrena logotipo, en un interés de la franquicia por modernizar el estilo pero respetando la esencia “clásica y artística del Sur”. En cuanto a la nueva decoración de los locales, el diseño evoca el ambiente de las cervecerías tradicionales de comienzos del siglo XX. Asimismo, se han elegido cuidadosamente los colores y estilos, “dando lugar a una combinación única entre lo tradicional y lo moderno”, detallan desde la central.
También la carta se ha revitalizado, para agilizar y hacer más fácil el proceso de elección de los clientes. La nueva carta incorpora los denominados platos estrella, como los montados flamencos o la pluma ibérica, con denominación de origen, y una mayor variedad de vinos. La vajilla y el servicio a mesa tampoco han escapado a la renovación.
Con todas estas novedades ya incorporadas, Cervecerías La Toná ha abierto dos nuevos establecimientos en el centro de Madrid, a los que se unirá, en breve, otro en el distrito Retiro. Para la realización del cambio de imagen, la franquicia se ha apoyado en “la filosofía de negocio que les ha llevado al éxito”, el fair-cost que describen así: “el paso del low-cost al fair-cost es una mejora en servicio, calidad y precio de los productos”.
La nueva imagen se irá introduciendo progresivamente en todos los establecimientos de la cadena. “Con este nuevo modelo, la compañía cumple las expectativas de su público objetivo, que valora el servicio, la calidad y el ticket final”, declaran.
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