ACUMULA PRUEBAS
Si es un problema de incumplimiento por parte del franquiciador y ya has intentado infructuosamente resolverlo, antes de romper empieza a acumular pruebas que puedas aportar en un tribunal o en una negociación con abogados. Por ejemplo, hay franquicias en las que se establecen hojas de registro donde se contabilizan las visitas que el franquiciador hace al franquiciado, para supervisarle y mantener el contacto. Sé estricto en el seguimiento de estas hojas y si en un plazo de seis meses no se ha producido ninguna firma, puede ser argumento para una rescisión de contrato por falta de comunicación de la casa matriz.
RESPETA LOS PLAZOS LEGALES PARA RESOLVER EL CONTRATO
En todos los contratos de franquicia hay unos plazos legales para que el franquiciado que quiera abandonar la franquicia (no tiene que argumentar nada para abandonar la red) lo haga efectivo. El plazo suele oscilar entre los tres y los seis meses. Conviene respetarlos para evitar denuncias por la otra parte.
ACUDE A UN MEDIADOR
Antes de firmar un contrato de franquicia, averigua cuál es el organismo mediador en caso de conflicto. Si existe, acude a este organismo antes de ir por la vía judicial. Normalmente está recogido en el contrato y suelen ser entidades independientes vinculados a las cámaras de comercio o a asociaciones profesionales. Según José Augusto Sánchez, “aunque el arbitraje no te proporcione todo lo que tú demandas, sí está pensado para facilitar la resolución de un contrato de la forma más beneficiosa para ambas partes y en un plazo que no suele superar los seis meses, mientras que los tribunales no resuelven en menos de cinco años”.
ASESORAMIENTO LEGAL
No te dejes llevar por el impulso del momento. Acude a abogados especialistas en franquicia o a asociaciones de franquiciados. Llévate el contrato de franquicia para que lo analicen. No dejes nunca de pagar porque sí, ni dejes de vender con la marca, ni retires el rótulo sin más. Consulta con los especialistas antes de tomar estas decisiones.