El 84,5% de los franquiciadores valora de forma positiva la experiencia de transformar su empresa en franquicia. Ésta es una de las principales conclusiones del informe ‘El termómetro de la franquicia’, elaborado por la consultoría T4 Franquicias y que ha sido presentado hoy en Madrid, donde también se refleja que el 70% de las centrales obtiene la rentabilidad esperada.
El informe se ha elaborado sobre un colectivo de 400 empresas de diversa naturaleza, en relación a su tamaño, antigüedad y experiencia como sociedad franquiciadora y a su sector de actividad correspondiente (el 42% de las firmas pertenece al sector servicios, el 34% al retail y el 24% al mercado de restauración). Miguel Ángel Oroquieta, socio director de la consultoría, aclara que para el informe se seleccionaron “cadenas medianas con experiencia, con un mínimo de cinco años de trayectoria, con 15 establecimientos o más”.
Oroquieta agrega que el informe evalúa el modelo de franquicia desde un punto de vista diferente al recogido hasta la fecha, que analiza datos tanto cualitativos como cuantitativos: “queríamos poner de manifiesto la salud de la franquicia, atendiendo a parámetros cualitativos que nos permitiesen medir las expectativas y experiencia de los franquiciadores de las 400 marcas estudiadas. Las empresas que han entrado en el mundo de la franquicia lo han hecho bajo una idea preconcebida de lo que les iba a deparar esta fórmula de crecimiento y lo que hemos estudiado es precisamente el grado de adecuación de estas expectativas a la realidad”.
Por su parte, José Aragonés, socio director de la consultoría, indicó que, en muchos de los casos, cuando las empresas inician su actividad franquiciadora, ponen el acento en la comercialización. “Esto hace que, en ocasiones, hipotequen la empresa, por decisiones erróneas para crecer rápido. Más adelante, se dan cuenta de que lo importante es la rentabilidad por centro y los ingresos recurrentes. Lo cierto es que en muchas ocasiones crecer rápido no sólo no es rentable, sino que genera pérdidas irreparables”.
De hecho, un 46% de los franquiciadores atribuye la falta de cumplimiento de expectativas -o la ralentización de las mismas- a fallos internos de planificación o a evaluar en exceso su propuesta de valor. “El 54%, mientras, la relacionan con la crisis económica, la saturación de su sector o a la existencia de una competencia muy fuerte”.
Oroquieta añade que, aunque los resultados son de satisfacción generalizada, el estudio pone de manifiesto el desajuste entre las expectativas que las empresas tienen a la hora de empezar a franquiciar y la realidad que se encuentran una vez que desembarcan en este ámbito. “Este desfase deja claro que el mercado de la franquicia es muy competitivo, donde crecer y desarrollarse presenta dificultades y donde hay que invertir por encima de lo que las empresas tienen pensado en un momento inicial”.