Joopi Kids es la primera peluquería en España que admite a niños y personas con piojos en la cabeza. En su empeño por desdramatizar esta plaga, han creado espacios divertidos de encuentro para toda la familia. Esta franquicia, que nace en Madrid de la mano de Lola Riazor, ha empezado ahora a extenderse por la geografía nacional.
Estamos ante un concepto innovador dentro de la peluquería, combinada con la estética y el ocio, todo ello enfocado a la familia. Lo más reseñable es el tratamiento antipiojos que aplican, cien por cien natural, que se vale de una novedosa tecnología que permite desparasitar mediante aire impulsado a una determinada temperatura con la que se obtiene la deshidratación de la liendre. Y mientras el niño recibe el tratamiento, los padres pueden estar, por otro lado, cortándose el pelo o haciéndose la manicura y sus hermanos pintando en una gran pared blanca o viendo los dibujos animados en la tele.
Una diversificación natural
“La principal diferencia de nuestro tratamiento es que es totalmente inocuo, natural y se puede aplicar a cualquier edad”, dice Lola Riazor, responsable de esta franquicia surgida en Madrid hace apenas un año y que se ha propuesto romper con el tabú en torno al piojo. “Siempre se ha relacionado el piojo con el hambre o la suciedad, y eso es falso. De hecho, ahora es más común tenerlos que antaño. El tratamiento se reduce a una sesión de 1 hora para desparasitar y a una revisión, a la semana, para comprobar la eficacia”.
A los servicios de desparasitación y peluquería convencional, se agrega otra fuente de ingresos a través de la venta de productos cuya oferta se va diversificando y que incluye champú, desenredantes, preventivos, artículos de papelería, material educativo y hasta juguetes. Es decir, tres cajas en un mismo espacio. Ésta es la idea que Riazor pretende extender por el territorio nacional.
Emprender en clave femenina
“Tengo claro que el perfil de mi franquiciado ha de ser el de una mujer, madre de hijos de entre 10 y 12 años, interesada en conciliar el negocio con la vida familiar”. No parece muy difícil, con un modelo de negocio que puede regirse por un horario comercial teniendo disponibles los fines de semana.
Comenta Riazor que han acudido hombres interesados por el negocio, más desde la perspectiva de inversión, pero en la marca entienden que la que debe estar al frente es una mujer que promueva valores familiares, educativos y naturales.
Tampoco siente miedo ante la falta de experiencia del asociado. Para Riazor, es suficiente con que afronte el proyecto con ilusión y entusiasmo, “sin temor a fracasar porque siempre va a ir de mi mano. Para mí, un franquiciado es una mano más en la familia, no un nuevo negocio abierto”, asegura.
El origen de todo
El primer establecimiento de Joopi Kids se abrió, hace algo más de un año, en el número 100 de la calle Vallehermoso de Madrid. Hoy disponen de centros abiertos en Pozuelo de Alarcón, Móstoles e Illescas y se encuentran preparando la apertura en Cádiz y en Alicante. Exceptuando el primero, todos los demás han abierto en régimen de franquicia.
Los locales de Joopi Kids son muy luminosos pero pequeños, de entre 60 y 70 metros cuadrados. El coste medio total por acceder a la franquicia es de 29.000 euros, 9.800 euros como derecho de entrada y el resto destinado a mobiliario, decoración, obras y licencias.
Su paso por la última edición de Expofranquicia resultó un éxito. “Me ha desbordado”, reconoció una emprendedora que, a raíz de ello, prevé abrir en breve -con la fórmula de franquicia maestra– en Canarias y Barcelona. Tampoco descarta la internacionalización que, de seguir así las cosas, se planteará a partir del 2016.