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20 Mar, 2023

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“Los franquiciados perciben que crecemos con ellos”

En dos años han conseguido llevar sus camisetas a nueve países. Y todo comenzó con la idea de una pareja sin conocimientos de moda y con una conexión Cádiz-Eindhoven-Sevilla.

Crearon Friking, una firma de moda, sin conocer el sector. Y empezaron a fabricar las camisetas por las que hoy son conocidos, en una fábrica de imanes holandesa. El modo de alumbrar la empresa fue curioso y poco “académico”, pero Eduardo López y su socia –y pareja- Silvia Bertagna (en la foto, a la derecha, también aparece Alberto López, que completa el equipo directivo) han tejido, desde Cádiz y en dos años, una red de 143 tiendas que llega a varios países: España (97), Italia (17), Alemania (15), Francia (6), Bélgica (2), México (2), Austria (2), Rumania (1) y Suiza (1). En ellas venden, como productos estrella, camisetas y sudaderas originales. Ahora, López relata la historia –errores incluidos- de un proyecto que empezó a germinar en la localidad holandesa de Eindhoven a finales del 2013.

EMPRENDEDORES: ¿Qué les llevó a emprender en un sector donde no tenían experiencia?
EDUARDO LÓPEZ: Una casualidad. En ese momento vivía de forma temporal con mi pareja en Holanda, en Eindhoven, trabajaba en una fábrica de imanes como responsable de Comunicación. En Cádiz teníamos un local y familiares en paro. Uno de ellos nos sugirió montar algo en ese local. En Sevilla contábamos con un equipo de cuatro ilustradores, en la agencia de marketing y publicidad que dirijo desde hace años. Entonces, nos hicimos la pregunta: ¿por qué no diseñar camisetas?

EMP.: Y empiezan a producir en la fábrica de imanes…
E.L.: Compramos maquinaria y empleamos la tecnología de la que disponíamos allí. A las cinco de la tarde la fábrica se quedaba vacía y entonces nos poníamos a trabajar con las camisetas. En cuatro meses habíamos inaugurado la tienda física de Cádiz y contábamos con unos 40-50 distribuidores en Alemania, Bélgica y Holanda. Llegó un momento en el que varios empresarios españoles, clientes de mi agencia de Sevilla, nos trasladaron su interés por montar una tienda… y saltamos a la franquicia.

EMP.: Para desarrollar una franquicia sólida se necesita una estructura y procesos definidos. ¿Qué pasos están dando para no morir de éxito?
E.L.: En estos dos años hemos triplicado la plantilla y realizado tres mudanzas. Hoy poseemos un equipo de 40 personas, que trabaja en nuestra sede de la Zona Franca de Cádiz, un espacio de 4.000 metros cuadrados que se adapta a nuestras necesidades, donde integramos fábrica, almacén y oficinas.
Hemos aprendido poco a poco, aunque la tecnología te facilita mucho los procesos. Está saliendo todo perfecto, pero reconozco ciertas deficiencias, fruto del ritmo que llevamos y de nuestra propia inexperiencia.

EMP.: ¿Qué infraestructura logística poseen para satisfacer la demanda de la red?
E.L.: Hoy producimos unas 7.000 prendas diarias, de mucha calidad, entre camisetas y sudaderas, que son distribuidas por tres compañías de transporte con las que tenemos acuerdos. Ayer tuvimos 500 pedidos, el día con mayor actividad hasta hoy, y pudimos dar salida a 420 [la entrevista se realizó la pasada Navidad]; hoy empiezan cinco empleados para absorber toda esa carga de trabajo.
Quiero subrayar que todo el producto con el que trabajamos es nacional y, en concreto, la rotulación, carpintería y demás componentes del mobiliario se fabrican en Cádiz. Hemos apostado muy fuerte por la ciudad, en reconocimiento a lo bien que nos están tratando.

EMP.: ¿Y los franquiciados son comprensivos con estas carencias?
E.L.: Nuestra relación con ellos es muy fluida y disponen de una plataforma online para gestionar cualquier incidencia, consultar los albaranes, el stock en tiempo real… Son comprensivos, ya que perciben que estamos creciendo con ellos y les ayudamos en todo lo posible. Una muestra es que les vendemos las camisetas a mitad de precio que la competencia y les damos la posibilidad de que nos entreguen las prendas antiguas que no han vendido, a las que damos salida en la web, a precio reducido.

EMP.: Cómo afrontan el futuro para crecer, insisto, de forma sostenida y controlada
E.L.: Hemos pasado de dos a cuatro rotativas, más una que viene de camino desde Alemania, lo que nos otorgaría una capacidad productiva de hasta 15.000 prendas diarias. Por otro lado, el 40% de los beneficios los reinvertimos, y así lo hemos establecido en los 10 primeros años del plan estratégico de expansión.
A partir de aquí, y para que cada tienda sea rentable y funcione, hemos calculado un máximo de 135 puntos de venta en España. En paralelo, estamos trabajando para dar el salto a Estados Unidos, entre otras iniciativas internacionales.

EMP.: ¿En qué otros países quieren crecer?
E.L.: Hace unos meses, en la feria de franquicias de Milán, alcanzamos acuerdos para abrir 40 unidades en el país; nuestro objetivo es tener de 60 a 80 a finales del 2016.
También queremos crecer en Francia, Portugal y México. En este último país tenemos dos tiendas operativas y otras dos firmadas, pendientes de encontrar la línea que nos lleve a enviar directamente las prendas desde Cádiz. Actualmente les enviamos cinco cajas de cada modelo, ya que poseen capacidad de almacenar, pero no de hacer toda la distribución de todos los modelos y novedades.

EMP.: ¿Qué fórmula emplean para crecer en el extranjero?
E.L.: Trabajamos con la figura del socio colaborador En Holanda, por ejemplo, contamos con un responsable que trabajó conmigo en la fábrica de imanes, que se encarga de la expansión y se lleva un beneficio de cada tienda, de cada producto que vende. También en este mercado disponemos de una nave e instalaciones de 400 metros cuadrados, con dos personas, para distribuir a Alemania, Suiza, Rumanía y Bélgica.
A Italia, por su parte, se envía la mercancía directamente desde Cádiz, a través de una de las compañías de transporte con las que colaboramos.