Javier Bergon recuerda el día en el que decidió emprender. “Venía de comer con mis padres y estaba frustrado, angustiado, porque no conseguía ver ningún avance en mi hijo [había nacido prematuro con 24 semanas, lo que le ocasionó una parálisis cerebral]. Y daba igual lo que hiciese. Todo estaba desorganizado. Tenía que ir al fisioterapeuta a un sitio, al centro de atención temprana a otro, en el colegio le ayudaban como podían… Al final, todo era caótico”.
Viudo y con tres hijos, Bergon dio entonces un paso adelante y dejó su trabajo –“tenía un buen puesto como consultor en Capgemini”– para materializar esa idea que llevaba madurando años. “Pensé que era el momento de hacer algo que me permitiera crecer con mi hijo, ayudarle, pero de una forma directa. Y esto pasaba por un centro unificado, con todas las terapias que pueda necesitar cualquier niño (de 0 a 14 años) y personalizando esas terapias, según las necesidades de cada crío e independientemente de si tiene o no discapacidad”.
El proyecto arrancó en enero del 2016, con el primer Anda Conmigo en la localidad madrileña de Boadilla del Monte. “Y la progresión, desde el inicio, fue fantástica. En el primer año, de arranque, lo que más me costó fue organizar y consolidar el equipo terapéutico, en el sentido de que necesitamos profesionales muy creativos y comunicativos, ya que, de lo contrario, no podemos hacer una terapia personalizada”.
Solventada esa cuestión, el negocio fue creciendo de forma exponencial, de los 90.000 euros que facturó en el periodo 2016-2017 a los 500.000 con los que cerró el pasado ejercicio y el 1,5 millón que prevén alcanzar en el 2022. A este crecimiento ha contribuido el plan de expansión en franquicia, iniciado en diciembre del 2020 y que, en apenas un año, le ha llevado a abrir 12 centros. Pero más allá de estas cifras, lo reconfortante es saber que la evolución del pequeño Mario –razón de ser última del proyecto– ha sido espectacular en este tiempo, como destaca Bergon.
Justo antes de la pandemia, en marzo del 2020, Javier Bergon acababa de finalizar el proyecto de franquicia con una consultoría de expansión. Un proyecto que tuvo que guardar en el cajón, pero que recuperó a finales de ese mismo año. Desde entonces han abierto una docena de unidades, acaban de firmar tres más –dos en Madrid y una en Málaga– y el objetivo es tener 40 centros en el 2022, “de estos 15 ya operativos y 13 pendientes de apertura para enero–febrero del 2023”. A todo lo anterior, se suma su plan de internacionalización.
Con estas cifras, parece que Bergon ha dado con la tecla para cubrir un nicho de mercado desatendido y, a partir de ahí, crecer. “La demanda estaba ahí. Hablamos de una necesidad, de algo básico, donde, en una clase de 25 pequeños, hay cuatro o cinco que precisan ayuda de algún tipo, no necesariamente relacionada con una discapacidad. En este sentido, el 69% de nuestros casos son niños que no tiene dictaminado nada y el 31% tiene un dictamen o certificado de discapacidad”. El crecimiento exponencial del negocio se explica también porque aquí el niño no acude a terapia y la abandone un mes después. “Lo normal es que lo cojamos desde pequeñito, desde los tres años o incluso antes, y continúe. Si somos capaces de llegar a esa parte de personalización, vamos navegando y creciendo con ellos”.
EMPRENDEDORES: En un proyecto que ha pegado el estirón en tan corto espacio de tiempo, uno se pregunta por los pasos que están dando para que el propio crecimiento no sobrepase a la compañía.
JAVIER BERGON: Ahí tengo la suerte grandísima de ser consultor. Primero, nos basamos en la tecnología, cada vez implantamos más herramientas para medir mucho más el crecimiento de los centros y el nuestro. Esto nos permite automatizar procesos, con lo cual generamos una gran descongestión y que no nos desborde este ámbito. Nos focalizamos en paralelo en cómo debemos captar y, una vez captado, cómo medir la atención al franquiciado, algo que canalizamos a través de elementos propios como el CRM y herramientas de gestión de encuestas.
EMP.: Y qué otros recursos utilizan para articular un crecimiento solvente y ordenado.
J.B.: Desde que abrimos la quinta franquicia, tengo más o menos medido cada cuánto tiempo tenemos que crear un nuevo puesto en una central que, en el plano gestor, cuenta con un equipo de siete personas, tres de ellas dedicadas en exclusiva al marketing, dos personas de asistencia al franquiciado y dos comerciales, en los cuales me incluyo yo. Con esto, vamos dando solvencia a las necesidades que detectamos a nivel de gestión.
En al ámbito terapéutico, el centro matriz ha duplicado prácticamente la plantilla para dar soporte a todos los centros. Hoy cinco personas integran este equipo, una por cada línea de trabajo.
EMP.: ¿Y cada cuántas aperturas necesitan incorporar a un nuevo profesional al equipo?
J.B.: Entre 5 y 6, el ratio que hoy resulta efectivo. Pero no podemos pretender llevarlo todo desde la central y menos con el crecimiento previsto. A partir de aquí, hemos creado la figura de delegado regional. En breve lo tendremos en Andalucía y, además, es uno de nuestros franquiciado. Esta figura acomete esa parte de soporte y de coordinación de forma presencial en los centros de su zona de cobertura, sin olvidar que las formaciones ya las podemos centralizar en un ámbito geográfico cercano.
EMP.: ¿Cuál es el horizonte que dibujan a medio plazo?
J.B.: Acabamos de abrir dos líneas de negocio nuevas. Por un lado, hemos detectado una carencia enorme en la atención temprana, de ahí que hayamos iniciado el proceso para que diferentes escuelas infantiles incorporen un centro terapéutico Anda Conmigo especializado de 0 a 6 años. La idea es cerrar acuerdos con cinco centros este año.
En paralelo, queremos abordar el mercado latinoamericano, pero como aún somos una marca joven y aún nos queda trabajar mucho aquí, estamos lanzando una línea formativa online, con bastante repercusión, para formar tanto a terapeutas como a padres en las necesidades de niños de 0 a 14 años, con todas nuestras líneas [logopedia, psicología, psicopedagogía, fisioterapia y terapia ocupacional]. Esto nos sirve de base, porque el objetivo es abrir centros allí en el 2023.
Y ya a medio plazo, queremos desarrollar una app que nos permita habilitar segundas valoraciones terapéuticas a distancia.