Advertisement
02 Jun, 2023

Emprendedores Logo

×

Esta franquicia se ha hecho un hueco frente a los gigantes del sector de las pizzerías

Pizzerías Carlos inició su camino en el 2009 en Alcobendas y hoy suma 58 restaurantes, con una facturación aproximada de 30 millones de euros.

Frances Ros cofundador de Pizzerías Carlos

Cómo logra uno hacerse un hueco notable en un mercado dominado por gigantes multinacionales con miles de unidades. Ésta es la pregunta que surge al conocer la trayectoria de Pizzerías Carlos, una cadena que abrió su primer local en 2009 en la localidad madrileña de Alcobendas y que hoy despliega 58 establecimientos (35 de ellos franquiciados), con una facturación el pasado año “por encima de 30 millones de euros”, subraya Francesc Ros Guilera, su socio fundador.

Pero antes de conocer esas claves, profundicemos en el origen más remoto de la compañía, para ir perfilando su armazón competitivo. “Pizzerías Carlos nace porque creemos que cabe un competidor que haga las cosas un poquito mejor y porque es nuestro proyecto personal, partiendo de lo que sabíamos hacer y de nuestra experiencia. Hablo en plural, porque esto lo iniciamos mi socio Carlos Hernández y yo. Acumulábamos más de 15 años en la competencia, en Telepizza. Nos conocimos allí, trabajando para la empresa, a lo que sumamos una etapa como franquiciados dentro de la misma”. Un inciso aquí. Hace tres años Hernández se desvinculó del accionario de la central y hoy sigue unido a Pizzerías Carlos como franquiciado.

Para Ros, la receta del éxito en un entorno tan competitivo ha sido encontrar un hecho diferenciador en el mercado. “En nuestro caso, son los locales. Quisimos darles algo diferente, creando unos espacios ‘tirando’ a restaurantes donde a la gente le apeteciese venir a cenar tanto con la familia como en grupo. Y quisimos apostar por un poquito más de calidad en el producto. Fuera de esto, es trabajo, el servicio, tener una buena imagen… Como es lógico, tuvimos que salir al mercado –y hoy seguimos estando ahí– con los precios un poquito más económicos que la competencia, porque aún no contamos con los medios para hacer tanta publicidad como ellos”.

Continuemos con el retrato de una cadena que nació en plena crisis económica y que ahora, en otro escenario hostil –e inédito–, busca impulsar su crecimiento, con el plan más ambicioso de su historia.

Y de vuelta a los inicios, recordemos que Pizzerías Carlos emprendió su marcha en el 2009. ¿No les dio cierto miedo iniciar el proyecto en un contexto económico tan complejo? “No, porque nuestro negocio es un valor refugio en época de crisis, como así se ha demostrado”, asegura Francesc Ros Guilera, socio fundador de la marca. Una condición que se debe al hecho de trabajar con un producto asequible en el plano económico y que se puede consumir en casa, con lo que encaja en estos escenarios. “Y además, hemos conseguido diseñar un tipo de restaurante que te permitía un precio por comensal muy inferior al de cualquier restaurante”. Aun con el local físico en el centro de sus estrategia, aclaremos que hasta el 60% de sus ingresos vienen del delivery [entrega a domicilio]. “Circunstancialmente, por esta época que vivimos derivada de la pandemia, el porcentaje ha subido hasta el 80% en el actual ejercicio”.

EMPRENDEDORES: ¿Cómo fueron los inicios?. Se percibe que están en el momento de mayor expansión de la cadena
FRANCESC ROS GUILERA:
El primer año conseguimos abrir dos locales y fue en el 2010 cuando decidimos dar un gran salto en cuanto a la expansión, ya que empezamos a organizarnos. En el 2012 tiene lugar otro hecho diferencial, con la apertura de la primera franquicia. En el 2015 subimos otro peldaño con la puesta en marcha de nuestro propio obrador de producto.
Hemos tenido un crecimiento bastante regular y sostenido. Queremos hacerlo de manera sólida, no morir de éxito, no queremos abarcar más de lo que podemos. Sí que es verdad que el plan de expansión que hemos definido para los dos próximos años es un poco más ambicioso de lo que venimos haciendo hasta ahora.

EMP.: ¿Por qué?
F.R.G.:
Porque ya estamos lo suficientemente maduros y sólidos en el mercado, y creemos que es el momento óptimo para hacerlo. Además, tenemos la certeza que nos puede ayudar mucho el hecho de ser un valor refugio para épocas no muy buenas. A partir de aquí, el objetivo es abrir la tienda número 100 a finales del 2022.

EMP.: Y en qué zonas quieren crecer de manera preferente.
F.R.G.:
Tenemos muy consolidada la Comunidad de Madrid. Estamos creciendo muy fuerte en Andalucía y Cataluña, queremos entrar en el levante español y expandirnos por la zona Norte. De hecho, vamos a abrir nuestro primer local en Galicia, en Vigo, a principios del año que viene.

EMP.: ¿Por qué decidieron franquiciar su concepto de negocio?
F.R.G.:
En un principio no nos planteamos, pero el buen funcionamiento de los locales hizo que algún compañero nuestro del sector insistiese en incorporarse al proyecto. En ese sentido, empezó un poco por casualidad, después ya lo profesionalizamos y convertimos en una estrategia de crecimiento.

EMP.: A partir de su experiencia previa como franquiciado, ¿cuál cree es la clave para franquiciar con éxito una marca?
F.R.G.:
El asociado necesita percibir profesionalidad y estabilidad en la central, encontrar el equilibrio justo entre la inversión que realiza y el retorno de la misma. Y es muy importante que gane dinero. Si su negocio no es rentable, el proyecto jamás tendrá éxito.

EMP.: En cuanto a los puntos de venta físicos, ¿cómo van a evolucionar?, ¿cómo serán las pizzerías del futuro?
F.R.G.:
Las nuestras van a seguir la misma línea que hasta ahora. Y no creo que la competencia modifique su modelo, al estar muy consolidado y porque a nivel mundial funciona con estas coordenadas. Me extrañaría que cambiasen, dentro del sector en el que operamos, no estamos hablando de restaurantes italianos. En cualquier caso, si decidieran cambiarlo, creo que los harían más pequeños, porque están viendo que con el delivery son sostenibles en el mercado.

EMP.: Qué se va a encontrar una persona que entre en un Pizzerías Carlos.
F.R.G.:
Son espacios con una media de 200 metros cuadrados, con ambiente acogedor, una iluminación muy acorde con el sitio, unos toques de madera y un mobiliario muy rústico. Se va a sentir como en un restaurante italiano antiguo.

EMP.: Cómo consiguen ofrecer unos precios más económicos que la competencia
F.R.G.:
Con una estructura de servicios centrales más bajita, lo que nos permite tener los precios un poquito más ajustados. Nosotros no dejamos de ser una empresa familiar, no tenemos detrás ningún grupo inversor potente, ni capital riesgo, disponemos de una estructura inferior. Cuando arrancamos no contábamos con estructura alguna, de ahí que los costes que teníamos que repercutir eran menores. Abrimos con 15 empleados, toda nuestra estructura entonces. Hoy ya contamos con un obrador propio, unas oficinas con unos servicios generales muy bien estructurados, supervisores distribuidos por todo el territorio nacional, pero todo va a acorde al número de los establecimientos que poseemos.