En el mercado abundan las franquicias que contemplan diversos formatos de su concepto de negocio, con sus correspondientes franjas de inversión, de modo que llegan a un universo mayor de potenciales franquiciados, un factor a tener en cuenta en el escenario actual, donde la competencia entre centrales por captar a nuevos asociados va a ser más intensa que nunca, una vez la crisis amaine y la normalidad empiece a ocupar el espacio que le corresponde. Y no olvidemos, además, la flexibilidad que les otorga esta estrategia, al poder explorar varios tipos de ubicaciones para sus negocios, algo valioso en un mercado, el de locales comerciales, vapuleado por la crisis, lo que se traduce en un mayor catálogo de espacios donde elegir, a un precio más asequible. Aquí tenéis algunos ejemplos de estas franquicias:
BUREAU VALLÉE
Como grandes factores competitivos, la central pone el foco en su know-how francés de la gran distribución, adaptado a las especificidades del mercado español. “En este sentido, hemos revolucionado el sector de la papelería, del material de oficina y de los consumibles, aportando técnicas de distribución y comunicación modernas y especializadas”, subrayan. “Acercamos al público los mejores precios del mercado en nuestras tiendas, lo que fideliza a los clientes. Nuestro concepto, al final, se basa en ofrecer el mayor surtido, con las mejores marcas, al precio más económico durante todo el año”.
Sobre esta base, la franquicia contempla dos tipos de tienda, que se adaptan a las posibilidades económicas de cada franquiciado y a sus zonas de implantación: Una en periferia de las ciudades (formato de mediana superficie), la otra en centro ciudad (formato urbano).
MARTONELA
“Con un modelo pionero, Martonela sigue la filosofía del slow-cream, con un producto recién hecho». Ésta es la carta de presentación que desde la central hacen de una franquicia con unos valores que tienen que ver con una «alta rentabilidad de negocio y la fácil gestión de la franquicia»
Para articular su red, la cadena busca un perfil de franquiciado “con capacidad de gestión, espíritu emprendedor, capacidad de trabajo, implicación en el negocio y que siga siempre la filosofía de Martonela”. Con la vista puesta en facilitar la inversión, la franquicia plantea dos modelos de negocio: por un lado, un formato quiosco, con una superficie mínima de 16 metros cuadrados, y, por otro, la modalidad de local, con una superficie de 35 a 150 metros cuadrados.
FRESH LAUNDRY
Especializada en franquiciar lavanderías autoservicio, la cadena Fresh Laundry ha desarrollado cuatro modelos de negocio:
- Fresh Laundry Urban. Lavanderías autoservicio.
- Fresh Animals. Cadena de centros de lavado autoservicio para mascotas.
- Fresh Box. Módulo de lavandería transportable que ofrecen servicio de calidad y en cualquier ubicación.
- Splash. Dos lavanderías autoservicio de alto standing ubicadas en el centro de Barcelona.
La idea de impulsar este proyecto surgió “al detectar la oportunidad de crear una empresa de calidad, pionera en el sector del autoservicio”, subrayan desde la central. “Un modelo de negocio próximo que puede montarse en cualquier tipo de ciudad, preparado para dar el máximo servicio al cliente y las mayores facilidades y, sobre todo, beneficios a los franquiciados”.
ALCAMPO
La cadena de alimentación ha definido tres modelos de franquicia:
- Mi Alcampo. Supermercado urbano de ultraproximidad con una superficie de venta entre 200 y 700 metros cuadrados y con una oferta de 3.000 a 10.000 referencias.
- Alcampo Supermercado. Supermercado urbano con gran surtido para elegir, con una superficie de venta entre 700 y 3.000 metros cuadrados y con un catálogo de más de 10.000 artículos.
- Alcampo. Hipermercado situado en la periferia de las ciudades con el máximo surtido, que ofrece servicio de aparcamiento y, en ocasiones, de gasolinera.
Los tres conceptos, en cualquier caso, comparten los valores de una empresa que apuesta por “un comercio responsable y que trabaja para asegurar una oferta en constante evolución, con los precios más bajos, los mejores productos frescos del mercado y un amplio surtido tanto de marcas propias como de marcas líderes”.
AMBISEINT
Especialista en servicios de marketing olfativo y ambientación profesional a todo tipo de empresas y negocios, la franquicia Ambiseint es fabricante de los difusores y de los consumibles, de ahí que aseguren “un producto exclusivo y único en el mercado a los franquiciados”, subrayan desde la central. “Garantizamos el mejor producto al mejor precio y recompramos el género adquirido si no se cumplen las expectativas”.
Al frente de la franquicia –sin necesidad de local comercial y con poco personal- se sitúa un emprendedor con marcado perfil comercial, ya que el negocio se compone de una primera fase de promoción de los servicios y captación de clientes en la zona de actuación acordada . “También valoramos un perfil organizativo, que oriente al resto del equipo”.
Sobre la base de esta actividad, la compañía establece tres niveles de inversión:
- Opción Charter: es la más básica de todas y está pensada para perímetros comerciales reducidos y parte de una inversión de 24.900 euros.
- Opción Jet: en este caso el territorio en el que se trabaja es mayor y la inversión es de 35.900 euros.
- Opción Business: es el prototipo diseñado para un perfil principalmente inversor, interesado en operar en zonas de primer nivel tales como capitales de provincias o emplazamientos con un alto volumen empresarial. La puesta en marcha es de 49.500 euros.
DOCE CHILES
Esta franquicia se distingue por ser una propuesta “que realmente te transporta a las calles de México a través de una experiencia interactiva única en el mercado, como es la elaboración de las tortillas de maíz a la vista del cliente”, destacan desde una central que contempla dos modelos de negocio: Taquería o puesto (por ejemplo, el que tienen en el madrileño Mercado de la Paz) y Local (restaurante a pie de calle).
La compañía, que desarrolla un sistema de llave en mano, trabaja con un modelo productivo basado en la elaboración de los guisados en una cocina externa central, “lo que garantiza uniformidad en el sabor y facilita la gestión del personal, al no depender de empleados con un nivel específico de cualificación en cocina”.
PURE CUISINE
Desde la central de esta franquicia de hostelería y restauración empiezan por explicar su concepto de negocio. “Combinación de los pad thai más especiales de Thailandia con los aperitivos más característicos de China, a lo que suman los sushi más representativos de Japón, basado todo ello en un concepto de comida saludable con una filosofía clara: comida ‘fast good’, sabrosa, equilibrada y nutritiva, servida en un entorno de buen diseño, a un precio competitivo y con un servicio orientado al cliente”.
Pure Cuisine, que atesora 25 años de experiencia en el mercado, despliega tres líneas de actuación de cara al cliente: servicio en el propio local, servicio a domicilio y servicio de ‘coger y llevar’. Esta versatilidad también se refleja en el hecho de contemplar dos modelos de negocio:
- Kiosco Pure Cuisine: desde 40.000 euros.
- Restaurante Pure Cuisine: desde 80.000 euros.