Ya existe, en San Francisco. Está especializado en comida vegetariana y el sistema es sencillo: pides con tu tableta o con tu móvil, pagas, y, casi al instante, te sirven tu bol a través de un pequeño compartimento personalizado.
Sin empleados a la vista, supone un problema para todos aquellos a quienes les gusta pedir la cuenta con ese gesto universal de escribir o hacer un garabato en el aire, mientras asienten con la cabeza, pero es indudable que representa una pequeña revolución y que anticipa futuras tendencias en el sector de la hostelería.
Una oportunidad, en definitiva, que podría testarse en España, con la idea de encontrar su propio nicho de mercado y adaptarlo a la idiosincrasia del consumidor local.
Y de una propuesta aventurada, a una que ya es realidad y que parece se consolidará en el 2016, según los expertos. Hablamos de los restaurantes temáticos de alta calidad, como libaneses o japoneses, que ahora pasarán a ocupar espacios en grandes superficies y centros comerciales.