Se trata de una franquicia inmobiliaria integral que ofrece a los clientes un amplio abanico de servicios, desde venta o alquiler de inmuebles hasta asesoría financiera. En total son cinco líneas de negocio: servicios inmobiliarios, venta de fincas singulares a inversores, seguros generales, servicios financieros y servicios complementarios.
En cuanto al perfil de franquiciado, se corresponde con personas “emprendedoras, con experiencia a nivel comercial, con ganas y sana ambición de desarrollar su propio negocio”. Lo que no precisan es tener experiencia previa en el sector, dado que el compromiso de la central de Megustamicasa es desplegar una “formación eminentemente práctica, reciclando continuamente sus contenidos”.
Tampoco la inversión exigida para la puesta en marcha del negocio parece barrera para desanimar a quienes se interesen por la franquicia, aunque no aclaren el plazo mínimo para que la inversión se torne rentable. Tal vez sea porque la oferta de franquiciar, -así se deduce de su página web- se dirige especialmente a “profesionales ya establecidos, agentes de seguro, abogados , gestores, empresas de reformas y mantenimiento… que dispongan de un centro de trabajo y estén interesados en ampliar o diversificar su negocio.
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