Sí, en grandes urbes como Madrid, Barcelona y Sevilla ya empiezan a ser habituales en sus calles, pero 2022 va a suponer su explosión y desembarco masivo en plazas medianas y pequeñas de todo el territorio. Hablamos de los gofres con forma de pene y vulva. Si en el siglo pasado la gente disfrutó de los alocados años veinte, como respuesta hedonista a una serie de catástrofes, ésta es la versión ligera de ese fenómeno, en plena era digital y de infinidad de estímulos para el consumidor.
El hecho es que son multitud de proyectos los que están surgiendo alrededor de este producto, muy atractivo a la hora de generar impacto y de construir campañas de marketing. Frente a la previsible avalancha de marcas, hay que extremar las precauciones en el proceso de seleccionar una u otra enseña. Aquí te recordamos 14 pistas para desconfiar de una franquicia, que te darán pistas en paralelo acerca de cómo identificar un proyecto en cadena con raíces sólidas.
Y otro dato a tener en cuenta. Ya han empezado a emerger versiones autóctonas del producto, con réplicas locales en mercados como País Vasco y Galicia. Quizás estemos ante el auténtico eje vertebrador del país, más allá del AVE y otras inversiones multimillonarias.
Hechas estas aclaraciones, aquí tenéis algunas ideas para emprender dentro de una actividad que el tiempo dictará si permanece o si se trata de una moda pasajera:
LA POLLERÍA
“El modelo de negocio se sustenta en la vistosidad y creatividad de nuestros productos, pero al mismo tiempo no dejamos de innovar”. Así resumen, en su web, la esencia de esta cadena –la pionera en introductor este producto en el mercado–, que no sólo vende un gofre con forma divertida, “si no también un producto de calidad, esponjoso y muy dulce”. A partir de aquí, “mantener los estándares requiere tiempo, atención a los detalles y una supervisión de todo el proceso”.
En línea con la singularidad de su oferta, la central busca, como potenciales franquiciados, a “personas creativas, alegres y risueñas a la vez que responsables, emprendedoras con capacidad, ilusión y ganas de gestionar su propio negocio para sacar adelante un proyecto único”.
MANDA CARALLO
Sí, la versión galaica del producto, de modo que aquí tenemos los carallofres (gofre con forma de pene) y los conagofres (gofre con forma de vulva). Con pedido a domicilio, la firma acaba de estrenarse con un local en A Coruña.
DICK WAFFLE
Su oferta se sustenta en un producto divertido, alegre y muy sabroso, recuerdan desde la central. “Presenta, además, una calidad muy alta, sabores variados (10 chocolates distintos) para que el público repita y un elevado margen comercial”. Orientado tanto al autoempleo como a la inversión, “lo importante es que el producto motive al franquiciado”.
LA PITXERÍA
Sí, la versión vasca de tan dulce propuesta. Aquí se degustan pitxofres y txotxofres. Su Instagram ilustra hasta qué punto el producto reúne todas las características necesarias para haber encontrado su hábitat natural en las redes sociales, algo básico hoy en la era de la inmediatez, la imagen y la novedad constante.
LA POLLOTECA
Otra de las marcas que explora todas las posibilidades en redes sociales del producto, con mensajes que captan la atención al instante del público. Con una vida corta aún, ya están acometiendo la expansión nacional, algo que comparten casi todas las marcas encuadradas en este segmento.