Orocash ha puesto en marcha una franquicia en Valencia, en la calle de Lérida, 7, en el barrio de La Zaidía, “una zona comercial por la que a diario pasan cientos de persona”, explican desde la central. “El negocio de Orocash se basa en la compraventa de joyas o el empeño de las mismas, algo que no responde a un acto impulsivo sino a una decisión meditada, de ahí que siempre recomendemos que los locales se encuentren en zonas transitadas, cerca de núcleos comerciales”.
La apertura se ha materializado gracias a un emprendedor valenciano, sin bagaje en el sector. “La experiencia no es un factor determinante en nuestra enseña, ya que la central proporciona toda la formación precisa para que la gestión del local se realice de manera fácil”.
Con esta incorporación, la franquicia –“la única con una fundidora propia”– despliega una red de aproximadamente 90 unidades. “Más de un millón y medio de clientes y más de cinco millones de transacciones ratifican nuestra posición de liderazgo”. A partir de aquí, su plan de desarrollo pasa por ampliar los servicios a nuevas áreas de negocio, como la reciente incorporación del cambio de divisa en algunas sucursales, y, en paralelo, seguir creciendo en puntos de venta.