Sin luchar. Centrarte en los clientes o mercados más rentables, incluso si eso significa ceder una parte de tu cuota a la competencia, en áreas en las que no eres suficientemente fuerte. “Si tenemos una cartera con varios productos, podemos dejar a ese nuevo competidor aire para sobrevivir en uno de nuestros segmentos, pero hacerle una fuerte competencia en aquellos nichos o segmentos de productos que no queremos perder. Sacrificas una parte de tu mercado para proteger y competir más fuerte en las áreas clave de tu negocio. Por tanto, diseñas una competencia suave en un área para ser muy agresivo en otras”, insiste Felix Krohn.
7. Sacrificar una pequeña parte del mercado