Es una normativa mucho más restrictiva, pero puedes ponerte al día e incluso rentabilizar el esfuerzo económico que pueda suponer una mejor gestión de los datos con estas pautas que nos explica la consultora de IT VASS.
Trazabilidad del dato. No todos los datos tienen el mismo nivel de protección. Debes almacenarlos según la sensibilidad de los mismos. Además, incluye en tu web plataformas que permitan a tu cliente la gestión personal de sus datos: acceso, rectificación, supresión, portabilidad…
Consentimiento. A partir de junio, debes ampliar la información que ofreces a tus usuarios sobre los consentimientos acerca de sus datos. Ya no basta con el botón de entendido o el pequeño banner con la x premarcada. Además, debes tener en cuenta que la IP se considera dato protegido.
Un plus de seguridad. No olvides añadir extras de seguridad como el cifrado de datos personales, garantías de confidencialidad, asegurar la integridad de las plataformas de tratamiento de datos, la restauración de la disponibilidad y acceso a los datos personales de forma rápida en caso de incidente y la verificación y evaluación regular de la tecnología con servicios de hacking ético para evitar ciberataques.
Compartir datos. Si tus clientes te ofrecen su autorización, puedes compartir sus datos con otras organizaciones. Hazlo con plataformas de API que faciliten el acceso a terceros, pero siempre manteniendo la seguridad y sin reducir tus niveles de vigilancia para evitar cualquier uso indebido de los datos.
Omnicanal. No olvides que la gestión del consentimiento se pueda realizar igual por todos los canales de tu empresa: página web, aplicaciones, etc. En este sentido, las plataformas de gestión de preferencias ayudan a centralizar los derechos y términos acordados con los usuarios, además de dar acceso desde cualquier canal.
Rentabilizar los datos
Todo este esfuerzo para evitar sanciones puedes revertirlo en una mejor gestión de tu cartera de clientes. Por ejemplo, aprovecha las áreas privadas de gestión de datos personales para incluir algo de gamificación con tus usuarios, de manera que se sientan más atraídos a participar en los procesos de protección de sus datos. Así podrás reforzar su fidelidad a tu empresa.
Por la misma razón, puedes aprovecha el mapa de datos de tus clientes para ofrecer propuestas comerciales segmentadas y a ser posible hasta personalizadas. Lo normal es que el cliente vaya otorgando mayores permisos a medida que gane confianza.